En la noche del sábado pasado se cerró un capítulo de la movida nocturna nerjeño, en el actual emplazamiento del pub Tantra se escuchó por última vez a los Héroes del Silencio. Su responsable, Oli, emigra en busca de pastos más verdes (y mejores condiciones para llevar un pub nocturno tras la posible supresión de las terrazas la Plaza Tutti Fruti). Aquello más que una funesta clausura fue una fiesta homenaje a uno de los lugares más canallas de de la Axarquía. Su particular idiosincrasia, su atmósfera, esa fusión gótico-cañí, paredes empapeladas con páginas recortadas del Fotogramas o demás revistas cinematográficas, junto a su particular altarillo dedicado a Enrique Bunbury (el Tantra siempre abre pinchando una canción del músico maño) le han dotado a lo largo de más de 14 años de una personalidad intransferible. Dentro de poco se abrirá un nuevo Tantra. Posiblemente acuda la misma parroquia, los miguelillos seguirán saliendo de las neveras, Bunbury no perderá su voz engolada, pero también es seguro de que no será lo mismo, ¿mejor? Ojalá.
Así, decenas de seguidores, clientes y amigos del Pub Tantra se congregaron en este "hasta luego". Oli repartió rotuladores para que todo aquel que lo deseara dejara su impronta o mensaje de recuerdo. Condolencias y los mejores deseos para el futuro llenaron las paredes rosa. Según pasaba el tiempo mayor era el número de personas que iban y venían. Y el Pub Tantra dijo "volveré".
¿Mejor? Sin duda,un nuevo comienzo para abrir un nuevo ciclo para uno de los lugares iconicos de Nerja.
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