Desencanto, pérdida, frustración, búsqueda, diversión, exaltación de la amistad, alienación, love is a drug but you don´t love me anymore, empoderamiento vital en un mundo basura... nada nuevo bajo el sol de, pero este universo postadolescente, el del abismo ante la madurez sigue vibrante. Bien lo demostró el público que asistió al concierto de Carolina Durante en la sala Paris 15 de Málaga.
El martes 14 de enero dio comienzo el cine Albéniz de Málaga una nueva temporada de "La sala de cineastas. Encuentros con el cine español". Este ciclo de proyecciones, organizado por los realizadores y profesores universitarios Alejandro Alvarado y Concha Barquero, nos acerca a películas españolas que no entran dentro de los circuitos comerciales de exhibición y su producción se encuentra en los márgenes de la industria cinematográfica española. Además sus narrativas son experimentales y libérrimas, en muchos casos inclasificables, como "On the go", film proyectado para abrir la nueva sesión.
Evasión será una palabra clave a lo largo de 2025. Un concepto, el de la huida, la fuga, si acaso también la renuncia, que será un medio para adentrarnos en otros estados y espacios, que nos permitan de forma paradójica hacer frente a una realidad gris, agresiva, arribista y colaboracionista. La ficción es un portal de evasión. El cine y la literatura son artefactos de fuga. De ellos hablaremos la asociación Cortos de Vista. Pero ahora nos detenemos en el siguiente
Aquí tenéis nuestro corto "Pueblo Blanco", un espacio "interdimensional" entre los sueños, la realidad y las páginas de los libros.
Protagonizado por Alejandra Cid y Fernando Gil, con música de la Vihen Zanta, Mna Productions y Shabu One Shant.
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Superviviente, maquiavélico, intrigante, implacable, insondable, Fouché fue protagonista en el "cambio de Orden" a finales del siglo XVIII provocado por la Revolución Francesa. Stefan Zweig trazó en torno a su figura un ensayo biográfico, que ahora el autor de cómic Kim adapta al noveno arte.
Tengo la mirada de blanco y negro.
Como muchas de las imágenes de Carnaval potencian el colorido de los trajes y la puesta en escena, he preferido en esta ocasión explotar el contraste del blanco y negro, buscar y resaltar el gesto y la mirada, y de forma muy humilde jugar y emular el reporterismo gráfico de fotógrafos como Cristina García Rodero y Ramón Masats que nos mostraron las fiestas y costumbres de nuestro país en los años 50 y 60.
Que no se me olvide un agradecimiento infinito a los carnavaleros que de forma generosa me permiten que les importune en su disfrute festivo con mi cámara. Mil gracias por hacérmelo más fácil.
Va dedicado a quienes se curran sus trajes y los viven en las calles.
