Desencanto, pérdida, frustración, búsqueda, diversión, exaltación de la amistad, alienación, love is a drug but you don´t love me anymore, empoderamiento vital en un mundo basura... nada nuevo bajo el sol de, pero este universo postadolescente, el del abismo ante la madurez sigue vibrante. Bien lo demostró el público que asistió al concierto de Carolina Durante en la sala Paris 15 de Málaga.
Tenía mucha curiosidad por ver esta banda que se mueve entre los parámetros festivos de la movida madrileña en su vertiente punk pop capitalino y el indie de los Planetas. Con tres discos en su haber, con un universo sónico que parece estar en expansión por la Galaxia de los Planetas se presentaba una buena oportunidad de verlos en directo junto a una audiencia que en gran número, por edad, podrían ser mis hijos.
La semana anterior, Los Planetas se reivindicaron en esa misma sala como el tótem musical de la Generación X española retrocediendo a su Big Bang en forma de Super 8. En esos días leí que si se reducían los beats, las revoluciones las canciones de Carolina Durante encontraríamos conexiones con la banda granadina. Y mira por dónde, ese vínculo se hace más que evidente al contar con Banin, ¿ex teclista y guitarrista de Los Planetas?, como músico de refuerzo para los directos, presente en el concierto de Málaga.
Los autores de la canción "Cayetano" se encuentran en un momento dulce, bien acogidos por su público y por la crítica en el viaje sonoro a eso que llaman madurez, y que trasladan con poderío al directo enmarcados, encerrados, enclaustrados en una oficina bajo el lema de "elige tu propia aventura".