No son muchas las ocasiones que se tienen para conocer de primera mano el proceso creativo de una obra artística que me ha emocionado, divertido, encogido el corazón y reconfortado con la esperanza de que aún hay lugar para los héroes. En el marco de las actividades desarrolladas dentro de La Térmica, centro cultural adscrito a la Diputación de Málaga, el dibujante de cómics Paco Roca nos ofreció una charla sobre sus trabajo y publicaciones hasta la fecha, que tenía como eje principal su último cómic publicado, la novela gráfica Los surcos del azar. Con una gran expectación dentro de lo que cabe en este ámbito y con el horario (las seis de la tarde), el dibujante nos fue explicando los motivos por los que se sumergió en la odisea protagonizada por exiliados republicanos, que tras perder la Guerra Civil, sufrir el desprecio de Francia en los campos de concentración para refugiados del Norte de África, ser casi mano de obra esclava en la construcción del Transahariano, ser obligada carne de cañón con las Fuerzas leales a Vichy, para posteriormente alistarse a las tropas de la Francia libre en la campaña de Túnez y cuando podía olvidar la guerra una vez liberado el norte de África se volvieron a alistar formando parte de la Nueve, mítica división del Ejército USA que tomó París y posteriormente el Nido del Águila de Hitler. Todo ello combinado con la narración en el tiempo actual en el que el propio autor se documenta y conoce personalmente a Miguel, uno de esos republicanos.
También pudimos escuchar cómo ha sido su evolución artística, a través de las preguntas del moderador, Borja Crespo, y las proyecciones de sus dibujos, con bocetos, fotografías y documentación. Así vimos cómo a partir de sus inicios dentro de la ilustración publicitaria se adentra en el cómic con la compañía de un guionista en Road Cartoons, que se publicó en la revista Víbora. Posteriormente más consciente de su oficio, fue encontrando su estilo personal, rompiendo mano para dibujar y narrar sus historias visualmente como él quería, tomando también el papel de guionista. Así surgieron El juego lúgubre, Hijos de la Alhambra, el Faro, su punto de inflexión creativo a la hora de encontrar su propia voz, y Arrugas, novela gráfica que lo puso en el panorama internacional del noveno arte, que paradójicamente se publico en primera instancia en Francia, para posteriormente publicarse en todo el mundo, logrando vender en España 55.000 ejemplares y lograr el Premio Nacional del Cómic en 2008. Su adaptación al cine de animación igualmente cosechó diversos premio. Posteriormente llegaron a las estanterías Las Calles de Arena, El invierno del dibujante, Memorias de un hombre en pijama, hasta la fecha, Los Surcos del azar, que ha sido incluido en el podio de lo mejor del 2013 en numerosas listas.
Nos contó su paso por la animación y sus futuros proyectos en este área audiovisual. Hubo lugar para las anécdotas como la de un viaje a Japón con Zp y la vuelta a la cruda realidad que siguieron a los fastos diplomáticos.
Tras la conferencia y atender a las preguntas de los asistentes se realizó el rito del encuentro personal con el dibujante y la firma de ejemplares con dedicatorias personalizadas. Paco Roca, siempre con una sonrisa, atendió a cada uno de los que entregaban sus cómics, intercambiando opiniones y agradecimientos mutuos, como lectores y como dibujante. Por mi parte, le agradecí los buenos ratos que me había hecho pasar con sus cómics, como el día que me enteré de que iba a realizar una novela gráfica sobre la Nueve se me pusieron los vellos de punta, pues había leído bastante sobre este grupo de soldados. Así charlamos brevemente mientras él, con una facilidad para mí pasmosa, iba trazando líneas que se convertían en unas viñetas dedicadas. Solo quedaba por decir muchas gracias como un niño pequeño con un tesoro bajo el brazo.