Y aparece en nuestras vidas la pandemia. Se produce el confinamiento justo en el momento en el que estaba a punto de salir a la luz "No te serviré". De la trama sabíamos que sobre la capital hispalense cae una nevada en pleno mes de agosto. Una enfermedad llamada "La Nueva Peste" sume en un letargo catatónico a los contagiados. El protagonista, Ángel, un trabajador de clase obrera resucita fantasmas del pasado. Este cómic primorosamente editado, con el jugoso complemento de un cuadernillo con el proceso de trabajo del autor, llega en el momento justo. ¿La vida imita al arte? Seguro que muchos lectores jugarán a los paralelismos tanto con el inquietante orden de las cosas actual como con personajes de esta ficción a los que pondrán cara y nombre en la realidad.
Una vez que abrimos las primeras páginas confieso que me descoloqué y aún no he encontrado mi sitio como lector. ¿Es una pesadilla?¿Es una alegoría?¿Un ajuste de cuentas macabro? El trazo es nervioso, expresivo, con viñetas en las que abundan los planos cortos de los personajes, opresivos, encerrados por los márgenes. Los colores están en una gama de pasteles que contrastan con la dureza del relato, con una poderosa capacidad expresiva, predominan rosas, azules y marrones. Se escapan a una representación naturalista y nos sumerge en una Sevilla de pesadilla.
"No te serviré" es un viaje a un universo tóxico. Relaciones personales tóxicas, espiritualidad tóxica, sexualidad tóxica, chauvinismo tóxico, culto al líder tóxico... Es un relato enfermizo, valiente, transgresor, un grito angustiado, pero lúcido en un entorno que nos devora. Es una de las obras del cómic español actual que va a generar un interesante debate entre sus lectores. Espero que tú seas uno de ellos para conversar sobre él.
