Si se busca "Ferlinghetti Nerja" en internet, aparecen, entre otras publicaciones, distintas menciones del poeta y editor norteamericano Lawrence Ferlinghetti a una noche de 1965 en la que encajó una de las peores resacas en su vida (enlaces aquí y aquí). El que fuera uno de los principales impulsores de la Generación Beat en los 50 y 60, con su templo literario en forma de librería con el nombre de City Light Books y su homónima editorial, falleció a los 101 años de edad hace unos días en la ciudad californiana de San Francisco. Era el último superviviente de esa generación literaria que aulló sobre los callejones oscuros del sueño americano. Y precisamente en estos días de frontera entre el invierno y la primavera de hace 56 años Ferlinghetti vivió en Nerja junto a su mujer y sus dos hijos , concretamente desde febrero hasta mayo, en el número 68 de calle Carabeo. Llegó tras la huella de George Orwell y su "Homenaje a Cataluña", también siguiendo la poderosa llamada del mundo lorquiano. Menciona en numerosas ocasiones al poeta granadino y señala que su familia tiene casa en la misma calle Carabeo. Como trotamundos, con sangre sefardí por sus venas, en búsqueda de poetas comprometidos, de versos que apelaran a una visión transformadora de la realidad, fue dejando constancia de sus viajes por medio planeta en libretas de viaje, que posteriormente trasladó al diario de viajes "Writing Across the Landscape: Travel Journals 1950-2013".
Fotografía de la libreta de viajes de Lawrence Ferlinghetti que recoge sus experiencias en Nerja en 1965. Origen de la foto aquí.La Universidad Californiana de Berkeley conserva en sus archivos todos los cuadernos de sus viajes, entre ellos los dedicados a Nerja, que contienen páginas como la arriba publicada.
En el libro "Writing Across the Landscape: Travel Journals 1950-2013" ofrece durante unas 25 páginas sus reflexiones sobre una Nerja que está viviendo los primeros compases del desarrollo turístico. Hace mención al Parador de Turismo recién levantado y a los turistas que visitan las Cuevas de Nerja acompañados por los compases de Wagner, que le dan al descenso un tono dantesco. Narra como testigo el esfuerzo de los hombres de la mar, retrata las casas pintada de blanco que contrastan con el sucio adoquinado. Entre los sonidos de los corrales y las cuadras se impone en ocasiones el de los martillos hidráulicos que dan cuenta de que el desarrollismo urbanístico estaba a la vuelta de la esquina. El editor de "Aullido" de Allen Gingsberg, que defendió en los tribunales norteamericanos la libertad de expresión en 1956 ante la denuncia por obscenidad (en España no se edita hasta los años 70), reflexiona sobre la represión silenciosa que se vive en España y más en una pequeña comunidad como Nerja. Señala la presencia de la Guardia Civil en sus paseos a Maro y cómo un agente en repetidas ocasiones no responde a su cordial saludo. Hay lugar a reflexiones sobre la calidad del papel higiénico, sobre la falta de una prensa libre. En una mañana se acerca a la Málaga de las mil tabernas y las dos librerías. Justamente encuentra eso, solo dos librerías. En una de ellas, ante sus preguntas sobre publicaciones que muestren una apertura social, el dependiente le indica con aspavientos que no sabe nada sobre el tema. En otra ocasión comparte velada con dos poetas andaluces que hacen una defensa del Régimen Franquista frente a una eventual dictadura comunista. Pese a esa postura comparten el amor a la literatura, publicaciones y el editor norteamericano hace de ellos un retrato cordial.
Lawrence Ferlinghetti en la entrada de su librería y editorial. en 1965. Foto extraída de aquí.
No son postales amables. La penuria y la dureza de la vida en el sur se refleja en sus palabras. Y señala también cómo existe el sentimiento de cambio, de que algo nuevo está a punto de llegar, que al mismo tiempo convive con las manifestaciones atávicas de la religiosidad en la Semana Santa que tiene la oportunidad de vivir.
Entre otras sensaciones sí destaca la del azul del mar y del cielo, que casi puede reconocer como los de California, al recorrer en autobús las carreteras costeras que se adentran y serpentean entre acantilados y montañas, con vegetación y orografía muy similar. Entre miles de kilómetros, a la misma la latitud el azul sigue fascinando en un pequeño huerto sobre un mirador al mar. Como final a sus notas dedicadas a Nerja aparece un poema de su hija Julie.
"The sun was a burn ball and the sun fell down
around the other side of the world
and the night went somewhere else".
PD: Lawrence Ferlinghetti, pese a su peso cultural en EEUU, es un autor muy poco conocido en España y apenas traducido, aquí se pueden encontrar algunos de sus poemas traducidos.