jueves, 24 de julio de 2008

Cuerdas magistrales bajo tierra.

La música clásica más ortodoxa volvió a los festivales de la Cueva después de un año de descanso. Lo hizo con la prestigiosa orquesta de Cámara de Munich y el violinista solista invitado Jesús Reina. El momento que interpretaron conjuntamente una pieza de Bach fue uno de los más especiales de la velada.



Anoche incluso había menos ambiente que el día anterior, me comentaron que el aforo no se había vendido por completo y es la jornada en la que se ha decidido tener una cortesía con los colectivos nerjeños, invitando a parte de ellos a acudir al festival de la Cueva de nerja. Esa es una de las mayores polémicas dentro de este certamen (ya por otro lado ya de por sí bastante polémico con todo lo acontecido en la presentación del Cartel de la cuadragesima novena edición y el posterior cruce de declaraciones de los políticos), el reparto y gestión de entradas que no siempre satisface a todos. Por ejemplo, anoche se puedo ver a un buen número de dirigentes del PSOE de la comarca, mientras que por el lado del PP, yo personalmente, vi a muy poquitos.


Dejando al margen cuestiones políticas, que en verdad sería lo que menos nos debería importar en un concierto de música clásica, el concierto realizado por los músicos alemanes fue espectacular, interpretando piezas clásicas, pero bastante conocidas para aquel que no sea un gran melómano. Me hizo gracia la circunstancia de que en un principio, (supongo que por lo catetillo e inculto que soy en algunas cosas) una vez terminado un movimiento , la gente aplaudía de una manera muy fría. Viendo las caras de unos señores muy mayores, con los cabellos bien blancos, que negaban con gesto de desaprobación los aplausos en cada, pausa supuse que cuando hay que aplaudir es al final de cada pieza. Ya se sabe, en el sur somos así de entusiastas.


Anoche pudimos escuchar obras de J.S. Bach, Haendel y Mozart y en algún momento el violinista solista de la orquesta muniquesa, Sebastian Hamann, se permitió tocar algunas notas de la banda sonora de La Lista de Schindler del compositor John Williams. Fue una noche intensa, de esas que le demuestran auno que para degustar la música clásica no hace falta ser una gran melómano sino dejarse llevar sin prejuicios por las notas que van surgiendo de los instrumentos tocados de manera magistral.


A continuación unas fotos y un fragmento de la actuación conjunta de la Orquesta de Cámara de Munich y Jesús Reina.

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