domingo, 4 de diciembre de 2011

Mirando a las musarañas (47) - Prohibido verter aguas.

“Prohibido verter aguas, bajo multa de 25 pesetas”, era la sanción a la que se arriesgaban quienes contravinieran dicha orden. Qué difícil se hace el poder miccionar en un lugar prohibido, ahora por la práctica de las buenas maneras y costumbres. Pero cuando la necesidad aprieta y te encuentras sin un urinario, aún estando en un lugar aceptado para satisfacer esa necesidad fisiológica, siempre aparecerá quien que te haga desistir. Ya te puedes encontrar en el lugar más solitario, que  alguien se presentará por lontananza, a derecha a izquierda, por delante o por detrás.

Por eso no me explico cómo se pueden robar impunemente 600 Kgs. de droga en el puerto de Málaga de un almacén  colindante con un puesto de la Guardia Civil. Se puede aducir nocturnidad, el ser fin de semana y todo lo que se quiera. Pero es que no apareció en lontananza ese que te hace renunciar a tus necesidades más primarias. Muchos convendrán o coincidirán conmigo en lo difícil que es hacer algo cuando uno no quiere ser visto. Y no me refiero a contravenir una orden, cometer o actuar de manera ilícita: el sólo hecho de querer sorprender a tu santa esposa con un regalo a veces se te hace imposible. No hay forma de que el objeto pase desapercibido.


En estas próximas fiestas de Navidad, si quieres pasar inadvertido llevando un jamón a tu casa (por aquello del qué dirán, con la que está cayendo), te encontrarás con los vecinos del quinto que vienen de una fiesta nocturna y, si es a media tarde, con una amiga que viene de ejercitarse en la ruta del colesterol. Imposible no ser visto.

¿Cómo es posible lo imposible?  ¡Qué difícil es ir a "menores" sin ser visto!


Por Ricardo Bajo León.

1 comentario:

María J. Espinosa dijo...

Esta mañana he estado en urgencias en el ambulatorio una hora y media. Estoy segura de que había más pacientes allí hoy que en las urgencias de cualquier hospital malagueño. La sala de espera estaba llena y me he sentado en el pasillo que comunica el ambulatorio con urgencias y allí he visto descargar a un trabajador una multitud de bultos que ha colapsado el pasillo un buen rato. En unas cajas podía leerse "guantes", pero había un montón de pequeñas cajas que iban envueltas en papel de aluminio y que era imposible ver qué era. Quiero pensar que no serían cosas de valor o medicamentos o cosas así, porque con la cantidad de personas que ha pasado por delante mía en hora y media y han entrado y salido de la sala entre pacientes, médicos, representantes con enormes maletines y cajas propias, podría haber desaparecido cualquier caja de allí. Creo que no hay vigilante en el centro de salud, y debería haberlo. Bueno, con esto digo que es más fácil robar en la cara de uno que ocultarse demasiado. ¿No hay otro sitio para descargar la mercancía más seguro que un pasillo transitado? ¿o tendrá algo que ver que han "soltado" la mercancía en la misma puerta del almacén? se vayan a cansar los que tienen que colocarla.