miércoles, 23 de enero de 2013

Dominique A demuestra por qué está en el Olimpo musical.

Tradición y modernidad, clasicismo y ruptura, un músico que mira hacia atrás y que abre nuevos caminos en cada disco, Dominique A siempre es un valor seguro. Y así lo demostró en la noche del 22 de enero en la que el público que acudió al Auditorio Edgard Neville de Diputación de Málaga lo reconoció de forma unánime aplaudiendo en pie.


La noche del rock francófono se abrió con la propuesta local de Ultrarouge. Thalia B flanqueada por buenos músicos como Mr. Conde e Israel desplegó un amplio abanico estilístico en las canciones que interpretaron como teloneros, pop saltarín, electropop, ramalazos glam, sonidos retrofuturistas flotando sobre los sones del theremin. Interesante banda que presentaba su disco, que como primicia se vendía esa noche dentro del prestigioso sello sevillano Green Ufos.

El protagonista de la noche y posiblemente, aunque estemos a principio de año, cuando lleguemos l final de temporada recordaremos como uno de los mejores directos que han pasado por Málaga. Dominique A conjugaba a la perfección las palabras elegancia sonora con garra eléctrica. Con banda a la altura de un repertorio excelso, que el músico francés no dudó en recorrer su historial musical, en echar la mirada atrás más de 20 años como tocar temas de su disco más reciente. Los movimientos gráciles con las manos, marcando los ritmos se alternaba con gestos espamódicos, sacudidas de emoción descontrolada. Aunque fuera en francés (uno pertenece a esa generación que aún estudiaba francés en el instituto como lengua principal) la sensibilidad se transmitía en canciones como Les courage des oiseaux, L´horizon, Immortels, La musique, Manset, Rendez-nous la lumière, Vers le bleu, Le twenty-two bar y hasta que el cuerpo aguante, Pour la peau, entre otras. Todas ellas confirman un cancionero extraordinario que en vivo ponen la piel de gallina. 


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