Entre tanto ruido mediático generado por proclamas electorales, entre tantas promesas, proyectos de futuro, balances del pasado, saturado por información de candidatos, confieso que espero (y nunca mejor dicho) como agua de mayo el concierto de M. Ward en Granada. Promete ser un oasis entre tanto batir de sables dialécticos, entre cañonazos verbales, entre las marañas de expresiones calculadas al milímetro. Porque cada día lo tengo más claro, la única revolución posible es la búsqueda de la belleza. No tendrá final ninguno. No deberemos tomar ni plazas rojas ni capitolios, ni izar banderas, ni golpes en el pecho, ni revanchas ni himnos llenos de pomposa épica. Y eso haremos el domingo, buscar la belleza, sin saber quién es ganador ni el perdedor, sin presumir lo que nos deparará otros 4 años. Simplemente nos sumergiremos en la música de M. Ward (teloneado por Howe Gelb, es decir una velada de canela fina).
1 comentario:
Contando los minutos que quedan para el concierto. Qué me ha gustado este texto! Ole.
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