domingo, 22 de diciembre de 2013

Mirando a las musarañas (152) - Ilusión o ilusionismo.


Estas fechas de Navidad son fiestas de ilusión. Una ilusión nos mueve al encuentro de familiares y amigos. Otra ilusión deseada, pero que depende del factor suerte, es la lotería. La noche de Reyes se convierte noche de ilusión por antonomasia. Un país ilusionado es un país vivo, pero sin caer en la ilusión como tapadera de sus males. De ilusión no se vive.

Luis García  Berlanga en Bienvenido Mister Marshall puso de manifiesto en esa extraordinaria película la ilusión de un pueblo con la promesa del Europeam Recovery Program, el Plan Marshall. Esta película la hemos recordado estos días como ejemplo de lo ocurrido en el pueblo madrileño de Alcorcón y que hemos vuelto a ver en la televisión por la coincidencia de la muerte de Lolita Sevilla, protagonista e intérprete de la famosa canción que tantas veces hemos tarareado ¡Americanos...!


Sheldon Adelson, promotor de Eurovegas, que tantas ilusiones creó con la instalación de ese gran complejo de ocio y juego ha hecho con sus exigencias que esas ilusiones que suscitó hayan sido vanas. Lo vivido en Alcorcon ha sido realidad. El paso fugaz de la comitiva americana por el pueblo de Villar del Río es ficción.


En Málaga, ciudad que ilusiona y que se deja ilusionar hay dos proyectos que ilusionan. En el cubo del  muelle número 1 de nuestro puerto, lugar que se ha convertido en reclamo turístico y de esparcimiento para los malagueños, se instalará una muestra del patrimonio pictórico del Centro Pompidou-Museo Nacional de Arte Moderno- en París, siendo la primera muestra del referido museo fuera de Francia. El gran "alminar" que preside la Plaza de la Marina parece que un ilusionado grupo financiero chino quiere convertirlo en Hotel y su planta baja en un gran complejo comercial. Serán dos esperanzas cuyo cumplimiento parece atractivo, que es la definición de ilusión. O serán ilusionismo, arte de producir fenómenos que parecen contradecir los hecho naturales.

Que las exigencias y las contraprestaciones no nos dejen sin esa ilusión ¡Qué sean una realidad tangible!

Por Ricardo Bajo León

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