sábado, 21 de julio de 2018

La muerte en la frontera no espera.

Vivo en una frontera y los relatos en torno a estas líneas físicas, políticas y morales me son especialmente atractivas. La frontera es un espacio en donde el bien y el mal circulan sin pasaporte, donde se manifiesta el lado más oscuro del ser humano. El paisaje puede abrazarte o arrancarte el corazón. Y en la frontera también se forjan mitos, cuentos y leyendas. Por desgracia no tengo conocimiento de obras de ficción que miren a la frontera sur de España, mientras que la frontera sur-norte americana-mejicana es fuente continua de inspiración.


Dentro de la producción cinematográfica norteamericana ha surgido un nombre con especial fuerza, Taylor Sheridan. Su figura de actor sin futuro que se reinventa en exitoso guionista se puede interpretar como un nuevo éxito del sueño americano. Y sin embargo, el que fuera actor de reparto en "Sons of the Anarchy" que desapareció de escena atropellado por una furgoneta tras pedir una mejora contractual, captura en sus cuatros guiones hasta la fecha ("Hell and High Water", "Sicario", "Wind River" y "Sicario:The Day of The Soldado") una mirada crepuscular hacia ese sueño, trayendo al siglo XXI la mítica del western y sus fronteras.



Hace unas semanas se estrenó "Sicario:The Day of the Soldado", segundo episodio de la trilogía que empezó con "Sicario", dirigida por Dennis Villeneuve y protagonizada por Emily Blunt, Josh Brolin y Benicio del Toro, con un trabajo de dirección de fotografía de Roger Deakins a la vez bello y contundente. Con estos dos trabajos puedo afirmar que Taylor Sheridan es el hijo de los clásicos de John Ford y Howard Hawks, el violento Sam Peckinpah y el cine hollywoodense de los años 70, entre la industria y el sello autoral. Tenemos por un lado miembros de la fuerza de seguridad, que pese a dudas y pesimismo por la eficacia de sus métodos y por otro un ángel vengador para quien no hay reglas. Si en una el narcotráfico era el referente, ahora el tráfico de personas es el escenario de fondo para los dilemas morales de los personajes, con la violencia como principio y fin de todas las cosas que habitan y circulan en la frontera. El Anábasis, Centauros del Desierto, Grupo Salvaje, Meridiano de Sangre revuelan en las imágenes de esta producción que dirige con mano firme Stefano Sollima (recomendabilísima su serie de tv "Gomorra") y fotografía Dariusz Wolski, siguiendo la estética del maestro Deakins.



Los westerns desaparecieron de la programación estival vespertina, pero en la gran pantalla hay quien mantiene su halo mítico, el héroe trágico a caballo entre dos culturas, la nativa ancestral y la "civilizadora".