Esta producción televisiva supuso el desembarco de la plataforma Movistar + dentro del panorama de ficción catódica. Su primera temporada se reveló como una propuesta artística que en poco tenía que envidiar a las series de televisión venidas de las mecas norteamericanas o británicas. El esfuerzo titánico de sus equipo artístico se vio recompensado con un hito en la historia audiovisual española. Si creéis que exagero sumergíos en ella, porque ahí está uno de sus grandes méritos, el objetivo logrado de trasladarnos a la Sevilla de finales del siglo XVI. Sus creadores explicaron el proceso creativo, de levantar con una inusual libertad este retrato de una ciudad que era uno de los faros de la civilización occidental de su época. Detrás señalaron el gran trabajo de documentación que enriquecía el guión. También de dirección de fotografía por parte de Pau Esteve en la primera temporada y de Andreu Adam Rubiralta en la segunda, que encuentra el equilibrio entre el naturalismo y la expresión pictórica en el dominio de la luz.
Como punto de partida Alberto Rodríguez confesó que la lectura de "El hereje" de Miguel Delibes encendió la chispa de la serie de televisión. El auto de fe narrado por el escritor de "Los Santos Inocentes" está trasladado en imágenes de una forma tan escalofriante que pone los vellos de punta.
En estos días que nos piden que nos aislemos, que huyamos del contacto humano por miedo al contagio, puede que descubrir o volver al darle a reproducir las dos temporadas de "La Peste" para volver a la Sevilla esplendorosa con sus terribles miserias nos sirva para entender el signo de nuestros tiempos. Igual somos unos entes que vivimos en en un continuo bucle.
Hace dos años asistimos a otro encuentro con los creadores y el protagonista de "La Peste". Si queréis recuperar ese artículo podéis pinchar en este enlace.