lunes, 6 de diciembre de 2010

Antonio Cortés se confirma como figura de la copla en la Cueva de Nerja.

El cartel de todo vendido colgado en taquilla de la Cueva de Nerja desde días atrás (entradas a 30 euros). Una gran expectación en la entrada a la Cueva de Nerja. Gran número de autoridades locales congregadas. las señoras teniendo la oportunidad de mostrar sus caros abrigos en una noche especial. Un importante despliegue por parte de Canal Sur para grabar el concierto (desplazamiento de una unidad móvil, conté 7 cámaras. incluida una cabeza caliente). Los productos de mercadotecnia, camisetas, postales, cds, fotografías... listos para ser vendidos a los seguidores.



 La noche del 4 de diciembre era la gran noche de Antonio Cortés. Presentaría su primer disco ante sus vecinos y en un lugar donde grandes cantantes han arrancando minutos y minutos de aplausos. Y por otro lado se viviría un acontecimiento histórico dentro de la propia Cueva de Nerja, pues era la primera vez que se celebraba un concierto de esta magnitud al margen de los Festivales del mes de julio.


Al bajar por las escaleras que conducían al anfiteatro se desvelaba el misterio de la formación que le acompañaría en este concierto. Dos teclados, percusión, guitarra española, bajo, y dos coros-palmeros en una sobria puesta en escena, en la que el propio decorado subterráneo natural arropaba a los músicos. El momento de la verdad se acercaba. Por cosas de la cadena pública de televisión, el público se entregó a aplaudir, mostrando minutos antes de la aparición de Antonio Cortés toda su entrega.

Y el protagonista de la noche entre los acordes primeros de Ojos Verdes se presentó ante su público que lo acogió con vítores y nuevos aplausos. Emocionado, en éxtasis agradeció con los brazos abiertos el cariño de su gente. A partir de ahí se fueron sucediendo las canciones y coplas, unas contenidas en su disco "Lo que me está pasando a mí" y otras que lo hicieran popular en el programa "Se llama copla". Pudimos escuchar entre otras María de la O, Limosna de amores, ¿quién tiene la culpa?, Trece de mayo, carcelero, carcelero, Lo que a mí me está pasando, que da nombre a su disco y que le sirvió para homenajear a Marifé de Triana, Mi niña Lola, No me tires indiré, en la que tras la petición del propio Antonio Cortés el público se puso en pie a seguirle con las palmas. Durante todo el concierto hubo quien lo jaleó, lo abrumó con piropos, algunos a destiempo, como fue el caso en la presentación del guitarrista José Antonio Rodríguez. Junto a él, ya solos en el escenario interpretó  La niña de fuego más cercano al flamenco. En esos momentos alguno aprovechó para quitarse el hambre y sed con zumos, refrescos y el bocadillo envuelto en papel de aluminio. Tras esta copla aflamencada, le siguieron Te Quiero y quiero con la sola compañía de los pianos y un tema muy especial para Antonio Cortés, que cierra su cd y que hiciera popular Rocío Jurado, para quien también tuvo un recuerdo. Se Trata de A mi padre, que como confesó el propio Antonio, le iba a ser complicado de interpretar, sin duda por toda su carga emocional.



Con toda la banda de nuevo en escena sonaron S.O.S, Al Alba, intercalando saludas a su pueblo y agradecimientos a las autoridades. las palmas a ritmo de tangos gaditanos hicieron presencia con las Habaneras que cantara en su día Carlos Cano. También tuvo su hueco la versión que hace del Agarrate a mí, María, de Los Secretos, En lo alto del cerro, con el que que presentó a los músicos que le acompañaban. pero la noche de Antonio Cortés no acababa ahí, y pese a que el público empezó a levantarse de sus asientos para evitar la cola de retirada por a escalera, en los bises cantó Pena, penita, pena, haciendo alarde de su portentosa voz, a pleno pulmón sin la ayuda del micrófono e incluso ya como cierre de fiesta flamenca se marcó unos pasos de baile cantándole a su pueblo.




Gran acogida de este concierto que es ya el tercero que Antonio Cortés da en su tierra de manera oficial (uno con la gira conjunta con compañero de Se llama copla y otro en solitario en la feria de Nerja). Sigue demostrando una evidente progresión en el dominio del espacio escénico, con su magnífica voz que gracias a la acústica de la cueva se expandía poderosa entre estalactitas y estalagmitas. Pero había arreglos en directo no me parecían adecuados (el teclado intentando emular a las cuerdas desentonaba), en algunos momentos el sonido era embarullado, que incluso no permitían oír con claridad las letras. En este género musical tiene primordial importancia cómo la palabra se desliza por la garganta del cantante y cobra sentido en la voz del intérprete. Así Antonio Cortés sonaba pleno sólo con el acompañamiento de la guitarra y del piano. Por otro lado el nerjeño ha apostado por el clasicismo, por los caminos marcados por las figuras de este género ¿Se convertirá en un soplo de aire fresco para la copla? Lo que sí es seguro es que Antonio Cortés está labrándose poco a poco un nombre dentro del panorama de la canción española, situado estupendamente en la lista de ventas de discos en España y con todo el futuro por delante.


2 comentarios:

Loli Moreno. dijo...

!qué guay, tío! Ojalá podamos verle pronto en la tele.

Anónimo dijo...

Maravilloso