jueves, 24 de septiembre de 2020

Manuel Vilas, la literatura del "yo" para contar la vida de muchos.

Septiembre es un mes que espero con gran expectación pues se inicia la nueva temporada cultural y de actividades artísticas. La pandemia ha afectado de forma muy notable a la programación, pero afortunadamente ya voy anotando en la agenda algunos actos de interés. Así tenía apuntado el encuentro en el recién creado centro cultural de La Malagueta con el escritor Manuel Vilas, último finalista del Premio Planeta con su novela "Alegría" y que unos años antes había cosechado un gran éxito de crítica y ventas con su obra "Ordesa". Confieso que no he leído ninguno de los títulos, pero por otro lado me fascina conocer de primera mano el proceso creativo de cualquier disciplina artística. Las conversaciones que se mantienen en este tipo de actos suelen ser muy nutritivas para las neuronas e inspiradoras.



 Presentado por el escritor y comunicador cultural Luis Alegre, Manuel Vilas recordó sus comienzos en Zaragoza, las cosas que le unía a su intelocutor por su origen, los primeros pasos literarios, pinceladas sobre su generación, los nacidos a comienzos de la década de los 60. Señaló como bajo su parecer tanto sus coétanos como él habían rehuído del ejercicio activo de la política y se había centrado en otras facetas de la vida pública.

La familia, la relación afectiva y muerte de los progenitores centraron posteriormente el diálogo. La creación literaria como catarsis para afrontar la ausencia de los seres queridos. Manuel Vilas señaló cómo desde vivencias que él creía exclusivas para él había conectado con lectores de todo el mundo. A partir de la anécdota de su padre y la obsesión de aparcar el coche siempre a la sombra, reflexionó sobre cómo tal hecho servía en encuentros con lectores para que estos también contaran hechos de su vida. También conversó sobre la relación con sus hijos como escritor y la percepción que tienen de él. Ser un escritor de renombre, con críticas favorables, ventas elevadas, no le eximen de ser padre, hijo, pareja, trabajador pendiente de un hilo huyendo de la miseria. Cosas de la vida del artista.