domingo, 11 de noviembre de 2012

Mirando a las musarañas (95) - Tienes que o hay que.


Es frase muy común, demasiado común, me atrevería a escribir, entre los matrimonios. Empleando un término coloquial, se me abren las carnes,  cuando oigo dichas frases en boca de mi santa esposa, porque indefectiblemente llevan unidas la primera el  verbo hacer y la segunda comprar. He de confesar que soy un desastre para casi todo, pero para el bricolaje soy un desastre total.  El "tienes que" lleva implícito abrir un agujero, arreglar un grifo, reparar un interruptor etc. etc... Nunca me dio por comprar herramienta alguna para así poner como pretexto la falta del instrumento ideal para iniciarme en el bricolaje.

No sabiendo que regalarme en un cumpleaños, mi santa esposa e hijos tuvieron la "sabia" decisión de regalarme un taladrador, en román paladino un "guarrito". Para colgar un cuadro abro veinte agujeros. Mi esposa insiste.


El "hay que comprar" es una seña de identidad del ser femenino. Ellas nos dicen para disuadir nuestra oposición a la compra:¡Antes no eras así!¡Todo se gasta!, te dicen si lo que compran es alimentación. Y si es algo personal para vestir o calzarse:¡¿Tú has visto que yo no me ponga las cosas que compro?! 

Benditas esposas. Todo sea por la buena convivencia.

Por Ricardo Bajo León.

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