Los tres extremos de un eje pop-art.

El escaparatismo no es una disciplina muy utilizada dentro de la mercadotecnia local. Si acaso últimamente lo que más se ve en las cristaleras de los comercios son carteles de "se alquila". Sin embargo, hace unas semanas me llamó la atención un escaparate muy sugerente. Una ciudad de cartón era tomada por tanques rusos, mientras una nave espacial pilotada por el dibujo de un Super Obama sobrevolaba los rascacielos troquelados con las palabras magic y love coronándolos. Unos rótulos indican que estamos en Eje #3.

Tras este enigmático nombre se encuentran Elena Recaj, Juanma Guerrero y Elsa Gárate. Han levantado  un rincón en el Pasaje de Cantarero con sus filias artísticas, con un ojo puesto en el Pop Art. Quieren recrear esas pequeñas tiendas de tendencias que uno puede encontrar en las grandes capitales. Lo denominan espacio multidisciplinar, donde se pueden encontrar cuadros, figuras de importación, libros de arte, complementos textiles, cojines con diseños exclusivos, ilustraciones... todo aquello que atrapa la atención de los componentes de este proyecto artístico.

No deja de ser insólito que artistas plásticos levanten su propio oasis expositivo, un punto de encuentro para aquellos que compartan las mismas inquietudes y afinidades estilísticas. Así libres de ataduras de salas de exposiciones, muestran de forma más personal su trabajo.