Me apetecía una canción que me levantara el ánimo. Una buena banda sonora que pudiera resonar en mi particular arcadia feliz (si no no la encuentro en las calles de mi pueblo, me la invento). Herman Düne con la siguiente canción me invitan a la sonrisa, al chasquear de los dedos y a corear el adictivo estribillo. (Por el videoclip hace su cameo el Don Draper de Mad Men).
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