domingo, 2 de diciembre de 2012

Mirando a las musarañas (99) - Las cabezas.

No quiero hacer un relato sobre la anatomía de la cabeza, de esa parte tan importante de nuestro cuerpo. Otros habrá que en foros y libros científicos den cumplida cuenta de sus conocimientos anatómicos.
 
Me refiero a la expresión coloquial. Siempre se ha dicho "cuándo sentarás la cabeza" o "qué cabeza tengo". Quienes hemos desarrollado nuestra vida laboral sin un esfuerzo físico, bien sentados o de pie notamos que hay quien minusvalora nuestro trabajo. Muchas veces deseaba sentar mi cabeza, no para cambiar en mis actitudes, sino para darle un descanso, como el que realiza un esfuerzo físico busca asiento para relajarse. Es una tarea harto difícil desconectar. En estos tiempos de ocio por nuestra jubilación compartimos experiencias con personas de distinta clase y condición te das cuenta de su deterioro físico, deterioro posiblemente reparable, pero ¿y las cabezas?





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Caperucita jugaba con los siete enanitos, mientras Blancanieves se comía al lobo"
 
¡Ay las cabezas! Deterioro irreparable.


Por Ricardo Bajo León

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