Cada día nos sorprendemos más con lo que pasa a nuestro alrededor. De una manera sibilina Rusia ha anexionado a su territorio la península de Crimea. Y no pasa nada. Protestas de unos y de otros, y al final, como ocurre con todo en la vida, el olvido, el desinterés y el qué vamos a hacer. La península será rusa y no ucraniana.
Hace unos años me sorprendí en un viaje a Teruel, Ciudad del Amor, por la historia de amor vivida por Isabel Segura y Juan Diego Martinez de Marcilla, los Amante de Teruel, seña de identidad de la ciudad. Disfrutando de su paisaje urbano, con sus torres mudéjares, Catedral, Plaza del Torico, centro neurálgico con sus soportales, tuve la oportunidad de acercarme al mausoleo de los amantes, un edificio anexo a la Torre de San Pedro, donde anteriormente yacían Isabel y Juan Diego. Dos esculturas yacentes, obra del escultor Juan de Avalos, centraron mi atención por saber de su historia de amor. En unas salas contiguas se exponían con cuadros y escritos, todas las historias y leyendas de los amantes que en el mundo han sido. Marco Antonio y Cleopatra, Tristán e Isolda, Calixto y Melibea, Romeo y Julieta, Otelo y Desdémona y la que me más interesó de cuantas vi y leí: la de Tazgona y Tello, por lo de la cercanía, pues se desarrolla en una paisaje que también es seña de identidad como es la Peña de los Enamorados, peñón calizo que destaca en la vega de Antequera. Seguí la lectura de la leyenda que ya conocía hasta llegar al párrafo que me causó sorpresa y desazón: La Peña por la que se lanzaron al vacío los jóvenes enamorados Tazgona y Tello está situada en el término municipal de Archidona. Si en algunos momentos he soportado el que mollete y la porra su origen fuera Archidona, que por otra parte no lo es, me hizo pensar que esa Leyenda de siempre atribuida a la ciudad de Antequera, de manera también sibilina se la hubiera anexionado a su patrimonio natural y cultural la ciudad de Archidona, que ve ese peñón de manera distinta a los antequeranos, sin ese perfil de rostro durmiente.
Foto extraída de aquí.
Busqué en archivos y todos coincidían en ubicar y denominar la Leyenda como la de la Peña de los Enamorados de Antequera. Me quedé tranquilo. No fue una anexión, sino una equivocación de los documentalistas del mausoleo de los Amantes de Teruel.
Por Ricardo Bajo León.
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