Seguro que a todos se nos ha ocurrido
alguna vez una historia y hemos pensado, conteniendo la respiración, que se ha encendido una nueva luz en el
universo. En ese mismo momento y
antes de lanzar las campanas al vuelo,
hemos de recordar que al menos hay dos cosas imposibles de crear en este
mundo. La primera: un verbo nuevo
para la tercera conjugación española. La segunda: un argumento. En literatura
todo está inventado y solo cambia la manera de contar las cosas. Por eso es tan
importante cómo se cuenta, cómo dibujamos a los personajes: qué rama nueva
podemos hacer salir al árbol que ya existe. El crítico literario Christopher
Booker nos dice que son solo siete los posibles argumentos en literatura. Y
efectivamente, cualquier título que hayamos leído puede ubicarse en una de
estas categorías. Que el ser
humano desde que inventó la escritura y necesitó explicarse el mundo a través
de la ficción lo haya hecho siempre basándose en las mismas historias produce
escalofríos: somos los mismos desde siempre. Por lo tanto, la búsqueda de la
originalidad no está en el qué. Siempre va a estar en el cómo. Para Booker, toda
historia está contenida en uno de los siguientes siete temas.
Ilustración de Fernando Vicente (extraída de aquí).
1. La
lucha contra el monstruo. Desde que Perseo se enfrentó a la Medusa o San Jorge
al dragón, son miles las historias que han girado en torno al enfrentamiento
del héroe frente al monstruo, ya sea interior o exterior. Moby Dick o El viejo y el mar serían dos obras maestras enmarcadas
dentro de este segmento, pero no solo podemos encontrar novelas adultas que
traten de la lucha frente al monstruo. Qué sería del cuento infantil sin este
argumento: Caperucita, Hansel y Gretel, Los siete cabritillos y el lobo… Luchar
contra el monstruo nos va a
enseñar quiénes somos y hasta dónde podemos llegar. Vencer al monstruo
convierte al niño en hombre, el hombre en héroe.
2. De
los harapos a la riqueza. El siglo XIX sin este argumento no sería el que
conocemos. Los Miserables. Los tres mosqueteros. Grandes Esperanzas… todas son
lo mismo: El largo trayecto de
quien nace en la más profunda de las miserias y gracias a un benefactor o a su
propio esfuerzo consigue llegar a lo más alto. En estas novelas, por lo general, el protagonista siempre
recordará sus orígenes e intentará hacer el bien, pero hay otros casos en los
que una vez alcanzada la cima, se hará lo impensable por permanecer allí. El cuento infantil también ha sabido
nutrirse de historias que giran en torno a este ascenso. Cenicienta, uno de los
cuentos preferidos por las niñas desde siempre y temo que para siempre, nos
habla de este ascenso social, pero en la forma menos esforzada: conseguir fortuna
gracias al príncipe azul.
3. El
héroe que viaja para salvar a su patria y conseguir el amor de la princesa. La
Odisea es la obra de referencia tanto en este apartado como en el que sigue, y
es que los clásicos son clásicos y mundos totales en sí mismos porque lo
cuentan todo sobre todas las cosas desde el origen de los tiempos y hasta su
final. Odiseo luchó en Troya, vivió mil aventuras hasta regresar a Itaca y una
vez allí recupera a una esposa que siempre le esperó pero a la que no le iban a
permitir dejar mucho tiempo más el trono vacío.
4. El
viaje a un lugar extraño y el regreso a casa. Alicia viajó al País de las
Maravillas, Robinson Crusoe naufragó en una isla y no solo consiguió sobrevivir
en ella, sino también que Rousseau y Kant se apoyaran en el personaje creado
por Dafoe para explicarnos su visión del mundo. Para Rousseau, Robinson y
Viernes representa el prototipo del hombre naturalmente bueno que, alejado de
los vicios de la sociedad, inventa por sí solo la civilización. Para Kant,
Crusoe es el individuo moderno que siente nostalgia por inocentes paraísos
naturales que con el progreso han quedado definitivamente atrás. Para Dafoe, la
economía liberal es el mismo soporte de la naturaleza… Efectivamente: la novela
es un género totalmente válido para explicarlo todo, hasta las diferentes
teorías económicas.
5. La
comedia, donde reina la confusión hasta que todo encuentra su orden.
Necesitamos evadirnos, reírnos, dejarnos arrastrar por la locura, poner la casa
del revés. No olvidemos que el hombre es un animal que ríe. La comedia es el
género más peligroso, la risa hace perder el miedo y sin miedo no puede haber
autoritarismo. Por eso este género, menor para muchos, tan grande como
cualquier otro para los demás, es tan importante. Mi familia y otros animales,
La conjura de los necios, Algo supuestamente divertido que nunca volveré a
hacer, La aventura del tocador de señoras, La importancia de llamarse Ernesto…
son novelas que explican el mundo pero desde la irreverencia, la caricatura, el
exceso. Y es muy bueno aprender a mirarnos con estos ojos porque nos hacen ver que en realidad,
nosotros y nuestros problemas somos mucho más pequeños de lo que creemos.
6. La
tragedia, donde el ser humano se extralimita y ha de enfrentarse a terribles
consecuencias. Shakespeare es LA referencia para estudiar las pasiones
trágicas. Ambición, celos, avaricia, ansia de poder. Todas estas emociones
genuinamente humanas las supo narrar como nadie. Nunca se ha hablado también de
las trágicas consecuencias de la ambición desmedida como en Hamlet, o del poder
destructor de los celos como en Otelo, de la avaricia como en El Mercader de
Venecia.
7. Y
el renacimiento que tiene lugar tras un traumático aprendizaje. A este apartado
pertenece la más grande novela de todos los tiempos, y lo es, entre otras
cosas, por su grado de influencia entre tantos grandes autores que llegaron
detrás: El Quijote. Nuestro héroe se tendrá que volver loco para poder vivir la
vida que quiere. Cuando ya cerca de la muerte recupere la cordura renegará,
ante el infinito dolor de su escudero y de sus lectores, de las aventuras
vividas durante ese tiempo.
8/9
Sí, ocho y nueve: poco coherente con su propia propuesta, sobre el final de su
tratado, Booker se permite agregar un par de argumentos más: el de la
“rebelión” antisistema (1984 de
Orwell) y el “misterio”, para la
invención “reciente” de la novela detectivesca.
Por Rita Sánchez.
2 comentarios:
Siempre sorprendente. ¡Enhorabuena!Y gracias por hacernos vivir cada último jueves de mes, un momento feliz, con la lectura de "En los libros....
Mañana es ultimo jueves de mes... Rita, te extraño!!
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