Volviendo a Rosa Montero y Héctor Abad comentaron su obra en torno a la pérdida y a la muerte, un ejercicio vital para recordar a los muertos, utilizando la literatura como una segunda piel. La sala llena para escucharlos, como también se fueron llenando los pasillos con puntos de venta de librerías malagueñas y editoriales independientes.
La música tiene un importante protagonismo en este noche de los libros en la Térmica, ya sea a través de actuaciones en vivo como en encuentros con escritores y ensayistas cuya obra está ligada al pop, el rock o la clásica. Simon Reynolds hizo un recorrido sentimental por el glam y Sjon, letrista de algunos de los grandes éxitos de la islandesa Bjork, reveló entre otras cosas, conexiones entre la cultura medieval nórdica y la de Al Andalus (solo hay que recordar aquella peli de serie B "El guerrero número 13"). Y un escritor de grandes canciones pop, Joe Pernice, cayó en la saca de las compras literarias del día. Con el título "Esta canción me recuerda a mí", con personajes que se buscan y encuentran en la derrota de la mediana edad en la costa, ¿quién se puede resistir?
¿Y qué decir de Juan José Millás? Lúcido, divertido, chispeante, melancólico, es capaz de disertar sobre los mecanismos de los chistes, cómo el ruido de un taxímetro puede suponer alegría y angustia y el proceso de escritura en su obra, para él casi más apasionante que el resultado final negro sobre blanco.
La Noche de los Libros es un menú degustación exquisito y ligero dentro de la programación cultural malagueña, un placer entrar y salir de las salas en las que siempre se captura instantes para el recuerdo.