El ciclo 451 de la Térmica de Málaga abrió hace unos días nueva temporada de sus encuentros con creadores literarios. Una nueva oportunidad para conocer en primera persona el proceso de escritura de algunas de las novedades más interesantes de la narrativa española actual. Se inició con Kiko Amat, escritor y periodista cultural, cuya impronta power pop ha quedado publicada en numerosos periódicos y revistas, con sus párrafos en forma de riffs airados, con actitud de bendita insolencia, en esa interminable búsqueda de la canción pop perfecta. Para aquellos que nos atrincheramos en vinilos, cultura pop, libros de prosa musculosa y antihéroes trágicos, el autor de Sant Boi del Llobregat es un referente al que hay que estar atento con sus recomendaciones y señales. Pero en esta ocasión no vino a hablar de otros, que también reconociendo la influencia de la literatura anglosajona con Richard Brautigan a la cabeza, sino de su última novela, "Antes del huracán".
Mediante preguntas que le lanzaba el periodista Francisco Mármol, el autor de "Cosas que hace Bum" explicó el por qué de esta novela, cómo ha encontrado otro ritmo con respecto a su obra anterior. Si según sus palabras "es como si The Jam pasaran de hacer a "In the city" a "Settings sons", del "racarraca" a sonar violines".
Para Kiko Amat el ser lector le permitió huir de la durísima realidad de una gris ciudad satélite, San Boi, donde no habia nada que hacer y la crueldad cotidiana afloraba entre las grietas del cemento y los edificios colmena. Y de ahí nace "Antes del huracán", de una mirada atrás hacia su propia infancia en los albores de la década mitificada de España y un presente en donde la locura ha tomado las riendas de la vida del protagonista, Curro, que intenta sobrevivir en el manicomio de la ciudad. El escritor confesó que en su niñez el paisaje estaba formado por el colegio y el manicomio, donde su madre trabajaba. Lo que en primer momento iba a ser un libro con claros referentes en la novela humorística inglesa con señoritos atolondrados y mayordomos y el "Wilt" de Tom Sharpe finalmente se vio ligado indisolublemente a sus recuerdos de niñez.
Estos encuentros propiciados por la Térmica son interesantes a la hora de conocer los por qués de una obra literaria, cómo los autores encuentran su voz, con le consiguiente peligro de revelar qué se esconde tras la cortina, de modificar nuestras impresiones sobre los escritores y cómo percibimos la obra. Pero no deja de ser un mal menor frente a la posibilidad de refugio por unas horas.
Podéis seguir la obra periodística de Kiko Amat a través de su blog "
Bendito atraso", donde encontraréis reseñas, entrevistas y artículos de diversa naturaleza.
