Antes de la tomenta del Fábrica Rock fue la calma.

Esta foto de la izquierda refleja el momento en el que todo acaba y hay que recoger los bártulos. Sólo, encima del escenario, Karl Hoffmann se afanaba por recoger los cables y desmontar el escenario en el que se había vivido más de cuatro horas de intenso rock nerjeño, con casi 300 espectadores. Pero no sólo es sibirse a la tarima y soltar trallazos de electricidad musical. previamente hay que preparar cada detalle para que en la medida de lo posible todo funcione correctamente.

En el jueves anterior Olivier, responsable del Pub Tantra, preparó las barras para servir bebidas, para que las sedientas gargantas pudieran refrescarse entre tanto grito punk y coros desmelenados. Ya el viernes, a primeras horas de la tarde, uno de los héroes de la noche, Karl Hoffmann, montaba altavoces, cableaba con la ayuda de alguno de los músicos que se acercaron para montar el escenario. También se sumaron a esta labor Enrique Cardoza y en la iluminación se volcaron en conseguir una ambientación adecuada para el concierto, los chavales de La Carpa, Paco y Mario. Por otro lado, Ángel Ruiz facilitó ciertas infraestrusturas para que todo fluyera correctamente. Olivier junto a Alfonso daban los últimos toques al bar.

Poco a poco iban llegando los músicos que faltaban con sus ampli, guitarras, baterías y bajos. Se formaban corrillos intercambiando opiniones y curiosidades sobre el equipo técnico (una reseña especial para Carlos Navas y Rodri, que compartieron su equipo con los otros grupos para perder el menor tiempo posible en el cambio de banda). Era fascinante el ver varias generaciones de guitarristas alrededor de un ampli de guitarra. A algunos se les caía la babilla al contemplar los bártulos de Iván Jullit.

Con casi todo listo, llegó el siempre peliagudo momento de la prueba de sonido. Ahí Karl exhibió la mejor de las diplomacias para atender las "sugerencias" de los músicos. Era complicado pillar el punto perfecto en el sonido cuando actúan 5 grupos y la sala la Fábrica no es precisamente el paradigma del lugar con una acústica perfecta. Empezaron con las pruebas Organized Confusion, seguidos de Trilobites, Nazión Zero, para terminar con MG15 en la búsqueda casi imposible en el recinto del sonido perfecto. Por mi parte, preparaba junto a José Antonio Jimena la grabación en vídeo del acontecimiento.

En los próximos días os iré contando como transcurrió la noche del rock nerjeño y colgaré vídeos para ilustrar de forma visual y sonora la actuación de cada uno de los grupos. Si no estuviste o quieres volver alguno de los momentos cumbres vas a poder verlos cómo nunca antes se grabó un concierto de un grupo de rock nerjeño.