Las plañideras le han llorado con vehemencia al chanquete, más de una consciente de que el pececillo no ha dejado nada más que trampas, deudas y algún churumbel tras su deceso. Pero antes de darle el último adios no ha faltado, como en todo buen duelo de pueblo, el buen yantar para reponer fuerzas en tan doloroso trance.
Llegado el momento, los portadores del Chanquete, a ritmo de los pasodobles y marcha fúnebre, han cumplido con su obligación, si acaso este año con menos acompañamiento que en otras ocasiones. No faltan a la cita algunos personajes carnavaleros, pero se han echado de menos a otros que hacían del Entierro del Chanquete el acto más divertido de todo el Carnaval. De cualquier forma el sequito asistente nos ha conmocionado con sus muestras de dolor compungido.
Al final, no me he enterado de cuáles han sido los trajes premiados, pero a mí verdaderamente me da igual quiénes se llevan el gato al agua. Creo que cualquier galardón siempre es injusto, porque es difícil de valorar las horas de trabajo que hay con las tijeras, las agujas y otro utensilios. Lo verdaderamente importante es la ganas que tienen los que disfrutan del carnaval con sus disfraces y los que vemos los toros desde la barrera admirando el ingenio y talento de muchos carnavaleros nerjeños.
Próximamente podréis ver en Nerja Pop un vídeo con algunos de los momentos más dolorosos del cortejo fúnebre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario