Si hay un director que ha sabido trasladar en imágenes el mundo de los sueños ese es David Lynch. Ver algunas de sus películas es sumergirse en un mundo en donde se diluyen las reglas de la razón. Parte de responsabilidad de inmersión en su particular universo se encuentra en la creación de una ambientación sonora muy imaginativa y sugerente. Siempre han tenido gran importancia sus bandas sonoras, pero no solo con temas musicales, sino también con ruidos y fondos sonoros.
Ahora tras la obra multidisciplinar (fotografía y música) "Dark night of the soul" realizada junto a Danger Mouse y al trágicamente desaparecido Sparklehorse (uno de los grandes músicos de culto del rock americano), David Lynch se lanza a la creación musical pura y dura, sin desde luego olvidar sus código estéticos. Saca a sus sesenta y pico años un disco, Crazy clown time y este es uno de sus temas. Puro Lynch.
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