domingo, 1 de junio de 2014

Mirando a las musarañas - (173) - Water, inodoro, servicio, baño...


Siempre he tenido y tengo la duda, por otro lado simple, de saber de qué manera correcta se debe uno referir a la habitación o espacio en el que los humanos hacemos nuestras necesidades fisiológicas. Me lleva el escribir sobre este tema el que hace unos días en el informativo del Canal Sur del mediodía, en los titulares y luego en la ampliación de la noticia, se informaba de lo siguiente: "Una señora había descubierto en el water de su casa una serpiente". Surgieron las dudas, y más siendo un medio informativo el que daba por bueno lo de water para referirse al retrete, palabra tan castellana fuera de uso y tan propia para denominar lo que de pequeños en el colegio llamábamos el "cuartito".


Lo correcto hubiera sido emplear el anglicismo completo water closet, ya que water literalmente significa agua, que es lugar que los británicos utilizan para referirse al retrete.  Tampoco es correcto inodoro ni servicio ya que nos estaríamos refiriendo al aparato sanitario, que de manera coloquial llamamos "trono". Lo más apropiado hubiera sido baño o retrete: "Una señora encontró en su baño una serpiente". Digamos lo que digamos todos sabremos a lo que nos referimos. Los que estudiaron en el seminario para formarse en el sacerdocio como los que lo hicieron para la vida civil emplean dos palabras para hacernos saber adonde van o han ido "Voy a mayores" o "Ha ido menores" en función de la necesidad fisiológica. De una manera más remilgada y empleando un spaninglish, según tengo oído, la más grande de España diría "Voy al popó room" o "Voy al pipí room" .

No me olvido de otra palabra que también se refiere a ese lugar, es la de excusado. El citado medio informativo también podría haber enunciado en sus titulares de una manera un tanto cursi "Una señora encontró en su excusado un ofidio".

Si me excusan, voy a comprar un décimo de lotería, un cupón o jugar a la primitiva, pues dicen que moverse por el mundo de la escatología trae suerte. No sé si también al que la lee.

Por Ricardo Bajo León.

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