Durante semanas atrás he estado realizando un documental que creo se podrá ver próximamente en Telenerja con entrevistas a profesores en ejercicio, a algunos ya jubilado, a antiguos alumnos y pequeños estudiantes que reciben su educación en este colegio. Todos se han mostrado orgullosos de estar vinculados a esa frase.
A mí me parece que ser maestro es una de las profesiones más bonitas y, sin embargo, más cargadas de responsabilidad que existen. ¿Quién puede olvidar a aquellos profesores junto los que crecimos?¿quién no recuerda los bocadillos de mantequilla y salami en el recreo? Ese sí que es nuestro verdadero patrimonio personal. A muy pocos no se les ilumina la mirada a la hora de hablar de los pupitres compartidos, de las tizas que manchaban las manos y las ropas. Yo que pasé por el Colegio San Fernando (situado en el solar del actual Centro Cultural Villa de Nerja) todavía lo recuerdo con mucho cariño, pese a sus múltiples deficiencias Por eso siempre es emotivo ver cómo se conmemora efemérides de este tipo y que da ocasión a hacer un repaso a su historia a través de una exposición en una de las aulas del colegio.
El pasado viernes se descubrió la placa conmemorativa con la presencia de autoridades locales y educativas (ver enlace con la noticia de la web oficial del ayuntamiento), hubo lugar al encuentro entre maestros, padres y madres, autoridades, antiguos alumnos. Además estuvo amenizado según he leído y me dijeron por miembros de la banda de Música de Nerja. Por desgracia no llegué a tiempo y sólo puede disfrutar de los canapés tan buenos que prepararon.
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