De sábado en sábado continúa la grabación del cortometraje de Miguel Ángel Muñoz Ortiz y nuevos personajes y con ello nuevos actores se van sumando al proceso de realización. En esta ocasión han intervenido Miguel Martín, con un breve monólogo divertido. Damián Bueno tanto en solitario como junto a Carmen Cabalín, logró dotar de languidez y pesimismo al personaje interpretado. Su compañera de escena, debutante en el mundo del corto se hartó de cortar zanahorias. Miguel Hermoso otra vez encargado del vestuario y de la dirección artística se puso delante de la cámara, mostrando que sabe transmitir a su papel un aire canalla con el palillo en los dientes. Todo esto se desarrolló nueva, en las calles de Maro, para posteriormente trasladarnos a otro decorado, barroco hasta el paroxismo. Allí Rosarito escucha por el teléfono. El vestuario no podía ser más rococo.
Aún nos queda un par de días de grabación para que estas historias cruzadas converjan en la pieza unitaria del cortometraje, que todavía no tiene nombre.
2 comentarios:
Esto de ver semana tras semana cómo avanza el corto resulta de lo más interesante. No deja de soprenderme. A ver con qué nos soprendéis la semana que viene!
Impagable ese Miguel Hermoso de rufián zafio, garrulo y malencarado... Si es que puede con cualquier papel que se le ponga a tiro! Enhorabuena!
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