Desde hace un par de temporadas proliferan los programas de cámara en mano (muy baraticos en producción, frente a la ficción) que a pie de calle quieren o intentan reflejar el día a día. En muchas ocasiones la realidad supera cualquier ficción. Y me da la sensación que perpetúa los tópicos y posiblemente estos tengan mucho de verdad. Pues con el programa de "75 minutos" más de lo mismo.
Se intenta retratar el duro trabajo en un merendero, pero como gusto personal no me agradan cuando los periodistas se convierten en protas, al más puro estilo Michael Moore. De cualquier forma tenía su gracia los distintos emplazamientos cubiertos por los reproteros. Desde esas hamacas de 1000 euros en una "glamurosa" playa de Marbella, donde chicas recauchutadas, con bikinis mínimos, manicuras francesas y tipos de labios bien surtidos de botox se gastan miles de euros al día en contraposición a las familias con la casa a cuesta para pasar las vacaciones compartidas o la tortilla de "papas" bajo la sombrilla y la sandía en el rebalaje. Cada cual elegirá en consonancia de su bolsillo el modelo estival preferido.
Por delante de la cámara pasaron como no, el propio Ayo, deportistas, camareros, agentes inmobiliarios,comerciantes, quiosqueros, entre otros, que contaron cómo vivían el verano en Burriana y con el handicap de la crisis económica mundial. Cada uno lo lleva como puede.
En Nerja no sé si el modelo de camas cuadradas y mesas adjuntas surtidas de champán tiene futuro. Alguien me dijo que eso era a lo que teníamos que aspirar. El Playazo el Puerto Banús de la Costa Oriental. Permitidme la "boutade", prefiero a Paloma cantando a pecho descubierto "Vida privada" que dos go-gos algo horteras destrozándose en una tarima a ritmo de chimpún-chimpún. Es cuestión de gustos y el debate está abierto.
En youtube Canal Sur ha colgado un extracto del programa "75 minutos".
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