Hace unos cuantos veranos intenté por segunda vez leerme el Ulises de Joyce. Fracasé estrepitosamente. Pese a que en esta ocasión pasé la página cien sin demasiados apuros, llegó un momento en que me cortocircuité totalmente y era incapaz de seguir, porque aquello era un hundirse sin remedio en aguas pantanosas. Tras humillar la cabeza y reconocer que no puedo, no estoy preparada, no llego a Joyce, decidí darme un homenaje y leerme un par de libros de esos con los que disfrutas como una enana y recuerdas por qué hay que darle las gracias todos los días a aquél primer ser humano que decidió crear un sistema con el que recoger las historias. Un brindis por quien inventara la escritura. Pensando en el gusto que da leer fresquito en verano, ahí van unas sugerencias.
El Talento de Mr Ripley, de Patricia Highsmith. Qué me gusta. La película que dirigió Anthony Minguella está, a mi modo de ver, a la altura del libro, pero que uno haya visto la peli y le haya gustado no le va a impedir disfrutar de esta gradísima novela. Porque Ripley es Ripley. Mentiroso, ambiguo, narcisista, amoral, tramposo, letal. Por qué hace lo que hace. No se nos da la respuesta. Por qué hacemos lo que hacemos. Pues quién sabe. Patricia Highsmith se niega a juzgar a su creación, la retrata, nos la muestra toda para que la amemos o la odiemos, pero ella no nos va a decir qué debemos hacer. Más bien creo que no deja ver que muy dentro de cada uno de nosotros, gracias a dios, muy muy dentro, algo de Ripley sí que late en todos. Porque todos sufrimos, en mayor o menor medida, de manera más o menos controlada, los pecados de la envidia y la soberbia. En Ripley, bosan.
El Talento de Mr Ripley, de Patricia Highsmith. Qué me gusta. La película que dirigió Anthony Minguella está, a mi modo de ver, a la altura del libro, pero que uno haya visto la peli y le haya gustado no le va a impedir disfrutar de esta gradísima novela. Porque Ripley es Ripley. Mentiroso, ambiguo, narcisista, amoral, tramposo, letal. Por qué hace lo que hace. No se nos da la respuesta. Por qué hacemos lo que hacemos. Pues quién sabe. Patricia Highsmith se niega a juzgar a su creación, la retrata, nos la muestra toda para que la amemos o la odiemos, pero ella no nos va a decir qué debemos hacer. Más bien creo que no deja ver que muy dentro de cada uno de nosotros, gracias a dios, muy muy dentro, algo de Ripley sí que late en todos. Porque todos sufrimos, en mayor o menor medida, de manera más o menos controlada, los pecados de la envidia y la soberbia. En Ripley, bosan.
Otra novela disfrutona: El Retrato de Dorian Gray. Y a quién no le gustaría poder hacer lo que le diera la gana sin (apenas) sufrir las consecuencias de sus actos. Jugar a ser Dios. Con una pequeña conciencia allá a lo lejos; tan lejana, tan lejana que casi casi no molesta. A uno que le habría encantado y que vivió su vida todo lo bien que pudo, hizo lo que creyó oportuno sin pedir jamás permiso, pero que sí pagó la cuenta en vida fue a Oscar Wilde. Y la cuenta era un facturón. Oscar Wilde es en sí mismo una obra de arte y sus novelas están a la altura de su creador. No sé si son más grandes ellas o él mismo. Novela esta por otra parte tremendamente actual porque trata del mito de la belleza juvenil, del terror a envejecer, de lo que estamos dispuestos a hacer por parecer eternamente jóvenes y bellos y cómo la vileza se refleja en el alma. Y el alma, traspasa. Tiene unas frases que te dejan sentado y deseando haberlas pensado tú ("Puedo soportar la fuerza bruta, pero la razón bruta es insoportable" "No he buscado nunca la felicidad. ¿Es necesaria la felicidad? He buscado el placer" "Hoy en día la gente conoce el precio de todo, pero no sabe el valor de nada"). Lo mejor de El Retrato de Dorian es encontrar a Oscar Wilde dentro. Que ya sé que no tenía en alta estima a las mujeres, pero algún fallo tenía que tener el hombre.
Los Infinitos, de John Banville. Empieza así: "Entre las cosas que creamos para que les sirvieran de consuelo, el amanecer da buen resultado. Cuando la oscuridad se desmenuza en el aire como terso y blando hollín y la luz se extiende despacio por el Este todo el género humano, menos sus miembros más desdichados, vuelve a vivir. Los inmortales solemos disfrutar del espectáculo, esa diaria resurrección menor, reunidos en los parapetos de las nubes con la mirada puesta en ellos, nuestras queridas criaturas, mientras se remueven para recibir el nuevo día. Qué mutismo cae entonces sobre nosotros, el triste silencio de nuestra envidia. Muchos siguen durmiendo, desde luego, indiferentes al encantador artificio matutino de nuestra prima Aurora, pero siempre están los insomnes, los inquietos enfermos, los perdidamente enamorados dando vueltas en su cama solitaria, o simplemente los madrugadores, los ajetreados, con sus flexiones de piernas y sus duchas frías y sus maniáticas tacitas de negra ambrosía. Sí, todos los que presencian el alba la saludan con alegría, más o menos, salvo los condenados, por supuesto, para quienes la primera luz será la última sobre la tierra." Parece increíble que aunque arranque así sea capaz de mantener y superar esa perfección párrafo a párrafo. Es que a mí este hombre me deja muda. También me pone el vello de punta. Banville es un sibarita de las palabras y suda tinta en cada frase y gusta, gusta, gusta tanto leerlo. Es como buen vino que explota, no en el paladar, sino en la cabeza.
3 comentarios:
No son malas sugerencias las que haces.
Sólo conozco a tres personas que se han leído entero el Ulises; así que no te sientas mal.¡Ya has llegado a la página 100!
Si pasa por la librería Mº Carmen Casanova (la que ha escrito el libro sobre los motes de Frigiliana, pregúntale si se ha leído el Ulises..¡verás qué te contesta... y es catedrática...!
Un abrazo
Bibliolibre
Yo no he intentado nunca leerme "Ulises", pero ahora tengo unas ganas irresistibles de hacerlo !!...pero por lo que estais contando, seguro que me quedo en el intento.No importa, ya llegará ese "momento" ideal donde quizas pueda disfrutarlo completo...
Como ya sabes tengo "algunos" libros esperando ese MOMENTO !!!,,,vease "La Iliada" por ejemplo.Tal vez sea este verano cuando llegue Troya, quien sabe...Pues nó.Llevo 10 minutos buscando el libro y no lo encuentro !!! no es su "momento"...
Besos.
La Iliada y La Odisea sí que me las he leído yo varias veces y son una gozada.
Aunque no os lo creais hay unas versiones para niños que son fantásticas y a los niños les encanta que se las lean y que les cuenten historias de los dioses.
M.A.: si te lees el Ulises, lo tienes que poner aquí ¿vale?
No voy a tener más remedio que intentarlo.
Saludos y ánimo; lo importante es seguir leyendo y disfrutando; y no hay nada mejor que las playitas de Nerja.
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