Un pescado de la familia de los Ráyidos, señal que resulta en la cabeza de dividir los cabellos con el peine, en el lenguaje de la droga, dosis de cocaína. Estas, entre otras muchas acepciones, conforman el significado de la palabra raya.
Yo me refiero hoy a esa raya que delimita en el peso de nuestras fruterías, charcuterías, carnicerías etc., el kilo, el gramo y el miligramo. A diario escuchamos al hacer nuestras compras: ¡Se ha pasado de la raya, se lo echo!
Siempre se ha tenido como algo incorrecto el pasarse de la raya. En estos tiempos que corren de austeridad y de ajuste del presupuesto es muy importante e incluso crucial "no pasarse de la raya". Todos sabemos que el convertir el papel moneda en calderilla nos lleva a que vuele el dinero, y los tiempos están para que vuele pero de manera controlada. No se puede uno alejar del presupuesto por las rayas de los pesos, que en la mayoría de los casos te hacen pagar una cosa a un precio diferente al que tú mentalmente habías ajustado.
Sé que es difícil ajustar el peso, pero hoy con los pesos digitales es mucho más fácil. Viene a mi memoria la acción de las propietarias de una frutería en Antequera (acción que les sirvió para que el resto de sus vidas se las conociera con ese sobrenombre o apodo): Para ajustar el peso de unos higos no se les ocurrió otra cosa que partir y pesar medio higo. Es elocuente, como ya he dicho, cómo fueron conocidas ellas y sus descendientes.
Yo quiero recordar otros tiempos con mi "media naranja" con un plato de camarones y un vaso de moscatel en "La Raya" y sin tanto ajuste de presupuesto.Eran otros tiempos y por supuesto, otra Raya.
Por Ricardo Bajo León
Foto extraída de aquí.
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