domingo, 24 de noviembre de 2013

Mirando a las musarañas (148) - Sin tabaco.


En estos momentos de tanta competencia, le ha salido al tabaco un competidor que arrasa si no en el consumo sí en las puertas abiertas para venderlo. La única  competencia de los estancos o expendedurías de tabaco era y sigue siendo el contrabando. Mientras tanto, ahora no hay local que dure con el cartel de se alquila. Me explico, si paseas por cualquier calle de tu ciudad o barrio, no es raro encontrar una tienda de venta de cigarrillos de vapor. Un local que hace tiempo veías cerrado, ahora lo ves rotulado con un Wiki Smoke o Vapor y Salud... podría decir que hay una plaga y no sé el tiempo que durará. 

Desde siempre el que te concedieran un estanco era como si te tocará el premio mayor de la lotería. Sabido es que se concedía por recomendación y quienes tuvieron ese deseo de aspirar a un estanco han visto su oportunidad con la llegada de los cigarrillos de vapor o lo que la voz popular denomina electrónicos y se nota que eran muchos, por la de personas que han invertido en ese nuevo negocio.


Quienes han abandonado el consumo del cigarrillo clásico dicen encontrar en el consumo del cigarro de vapor toda la parafernalia de echarse un cigarro. Ese ritual que con los cigarros de menta no conseguían ahora lo encuentran inhalando vapor y expulsándolo como humo. Las autoridades y médicos advierten que el tabaco mata y lo imprimen en los paquetes. Ahora nos dicen que el cigarro de vapor, aunque todavía no hay estudios, también es nocivo para la salud. No sé si se trata de una campaña disuasoria ante tantos puntos de venta de ese nuevo competidor, que lógicamente mermaría los ingresos a la Hacienda Pública. Los amigos de la "pela" ya han prohibido en su territorio el uso del cigarro de vapor en establecimientos cerrados cuando esto también ha ayudado a pasarse al cigarro de vapor, que se puede consumir en locales cerrados. 

El tabaco sabemos que mata, el vapor puede que sea nocivo pero sí sirve de tránsito para quitarse de fumar bienvenido sea. El vapor compite con humo y sin tabaco con el siempre incomodo y mal oliente humo del tabaco.  Yo que nunca he fumado desearía que ganara el vapor. Siempre habrá tiempo para disfrutar de una sala humeante de cigarros en una película  de los años cincuenta. 

Por Ricardo Bajo León.

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