domingo, 8 de diciembre de 2013

Mirando a las musarañas (150) - El saludo.


¿Ha llegado también la crisis a las normas más elementales de la convivencia? Me pregunto. El saludo es una expresión de cortesía y buenos modales. Y no necesariamente nuestro interlocutor tiene que ser amigo o conocido para saludarle. No  es que haya hecho una labor de campo para comprobar cómo andamos en eso del saludo, pero ahora el recuerdo de tiempos pasados en los que en el camino hacía mi trabajo me encontraba con gentes que iban también a su labor, nos saludábamos con un ¡Buenos días! sin conocernos, me lleva a pensar si ahora lo correcto es llegar a cualquier lugar en el que haya dos o tres personas y no decir ni "mu", pues si dices ¡Buenos días! no eres correspondido.
Entiendo que si llegas a un lugar con mucha aglomeración de gente no saludes, pero en un ámbito pequeño, como un ascensor,  creo que es de persona educada el saludar. No sé si la EMT, Empresa Municipal de Transportes de Málaga, se ha beneficiado de algún convenio al contratar a los conductores. Muchas son las mañanas que utilizo el autobús y al sacar el billete saludo con un ¡Buenos días! al conductor de turno y recibo la callada por respuesta. En un servicio público no es de cortesía, sino obligatorio el corresponder al saludo, pues el servidor público no sólo se representa a él, también a la ciudad y a la empresa a la que sirve. No es bueno generalizar, pero me ocurre con mucha frecuencia.

Si no quieres expresarte verbalmente hay múltiples gestos para corresponder, un sonrisa, una mirada, una buena cara, antes que el silencio y permanecer imperturbable. En nuestro idioma tenemos la palabra más corta para saludar y corresponder, con un simple ¡Hola! suplimos un saludo más largo ¿Habrán llegado también los recortes a la urbanidad? ¡Buenos días! ¡Buenas tardes! ¡Buenas noches! Según sea la hora en la que terminéis de leer este pequeño relato.

Por Ricardo Bajo León.

No hay comentarios: