lunes, 12 de marzo de 2007

My name is... Vacameona


En la serie de tv "La huella del crimen", se afirmaba que la historia de un país es también la historia de sus crímenes. Pues apropiándonos de esta frase y después de haber leído "Nerja, los otros nombres de su gente" de María del Carmen Casanova (a la venta en Librería Europa) podemos decir que la historia de un pueblo es también la historia de sus motes. Los apodos me retrotraen a la infancia, cuando palabras como "Bicherra", "Pepón y Pepona", "Chichi Blanco" y muchos más hacían volar mi imaginación para desentrañar el porqué de esos apelativos, hasta que años después me era revelado el misterio. A mí siempre me han producido cierto rechazo los apodos. En cierto sentido, creo que más que ensalzar al propietario del mote se le denigra colocándole esa nomenclatura. Leyendo las páginas de este curioso libro me da la sensación de que un apodo es como el pecado original, que se transmite de padres a hijos, pero del que nadie se redime (a no ser que caigan en el olvido porque por cada nerjeño haya cinco guiris). Muchas veces, en las conversaciones me pierdo con las alusiones a personajes del pueblo. Supongo que para muchos el manejo diligente del listado de motes transfiere al que los utiliza la tarjeta de autenticidad de nerjeño de pura cepa. Pero también es cierto que en un pueblo, donde muchas veces los mismos nombres se repiten hasta la saciedad y, por motivos de la consanguineidad, los apellidos también, se ha de diferenciar de alguna manera a los sujetos. Por ejemplo, en Frigiliana, si alguien grita en la calle ¡Antonio! o ¡Sebastián! ¿Cuántas cabezas se girarán? Me parece, por lo tanto, interesante rescatar de esta manera los motes que se utilizaron o utilizan aún, mostrarlos a través de un estudio lingüístico y en algunos casos explicar su uso. Y aquí es donde podríamos poner un "pero", porque, aunque hay algunas anécdotas del origen de los apelativos, hay otros muchos que se quedan en el aire, o ¿es que no se mueren de ganas por saber de dónde surge un mote como "Follatajos"?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y "LA DESPAPA OLLA"?¿Es que no es grandioso? Es el libro ideal pa una tarde de domingo. Hay momentos en los que se te saltan las lágrimas de risa. Qué buenos son algunos motes. Qué ejercicio de imaginación

Anónimo dijo...

Ayer mismo ojeaba este libro que deambulaba por casa, Caroli, Polla pelos, Chichi Blanco, o Follesque, son de todos conocido actualmente, creo que es buena iniciativa recordar todos estos motes o sobre nombres, tan característico y casi historia de un pueblo.

PopBelmondo dijo...

Miu, ¿sabes si los que tienen esos apodos les gusta que se los digan?