Las mujeres de Nerja son las protagonistas.

Me costó levantarme después de la resaca de rock consecuencia de la anterior noche vivida, pero no había más remedio. Mi vecino me despertó con una sesión matutina de ritmos bakala. Maldiciendo en arameo por el brusco despertar, cargué las baterías y la tarjeta de memoria para captar algunos momentos de la exposición de talleres del Centro de Información a la Mujer en Nerja. Al final no he cumplido mi promesa de asistir a este acto con una peluca (pincha aquí). Este año se ha trasladado desde la carpa situada en el parque Verano Azul al Paseo Nuevo, detrás del ayuntamiento. La localización es perfecta para la celebración de este tipo de acontecimientos y si además luce el sol, lo hace aún más agradable.

Las novedades con respecto al año pasado muy pocas, si acaso este año no se ha contado ni con escenario, ni con la carpa. Me aventuro a suponer que fruto de una nueva reducción presupuestaria y porque el año anterior las elecciones municipales estaban muy cercanas. A esto sumemos que la presencia de las fuerzas políticas era más reducida, al menos a la hora a la que me acerqué. Se puede destacar que este año un hombre es el concejal responsable del área de Igualdad, Andrés Márquez. Me resulta curiosa esta situación, no sé si será el único concejal en la provincia responsable en este área. Yo viendo la designación del resto de concejalías algunas veces me pregunto cuáles son los criterios de designación, porque algunas veces me da la sensación de que, excepto las que el grupo de gobierno local cree importantes, se reparten por el sistema del "pito, pito, gorgorito". Al margen de esta circunstancia, en la oferta vista el sábado por la mañana de los talleres más de lo mismo. Podemos encontrar manualidades varias (desde la costura en diversas modalidades hasta las artes plásticas), puesta a punto físico y psicológico, conocimiento de idiomas y algunos talleres relacionados son las nuevas tecnologías (los menos, informática, monatje de ordenadores y fotografía).

Echando un vistazo en la web del ayuntamiento me sorprendo de la mecánica de organización de los cursos. Quien esté interesado/a en impartir un taller entrega un proyecto para que la ciudadanía participe. Es decir, el ayuntamiento sólo actúa como intermediario, publicitando las actividades y permitiendo la utilización de unas instalaciones municipales. Los cursos no los imparte personal contratado por la concejalía responsable, sino por unos/as monitores/as que cobran casi la voluntad. Que cada uno/a juzgue el sistema. Sin dejar de lado que la existencia de este tipo de formación no reglada es muy positiva.

Por otro lado, observando el horario de las actividades, me pregunto si alguna mujer trabajadora (fuera de su hogar) puede acceder a los talleres. Así que en estas jornadas permite muy poca conciliación entre la vida laboral, la familiar, la formativa y la de ocio. Ahí quedan las charlas, entrega de premios literarios, exposición de talleres en horario laboral. Que alguien me lo explique.