Mis mayores siempre me repitieron que en política nunca hay que definirse ni en el trabajo hay que decantarse por un equipo favorito. Me advirtieron que siempre dijera: "Yo soy der Beti", siempre te cabe decir "manque pierda".
En uno de los muchos correos que recibo me invita a ejercitarme en Neuróbica para alejarme del "alemán" (del alzheimer). Hay que cepillarse los dientes, mover el ratón e incluso escribir con la mano izquierda, además de ver las fotos al contrario, comprobar la hora mirando a un espejo y de vez en cuando caminar de espaldas y otras muchas cosas más.
Me hago el firme propósito de manejar y escribir este pequeño ensayo con la mano izquierda. Llevó en esta ardua tarea cerca de un mes. Viene a mi recuerdo la anécdota del jugador del Club Deportivo Antequerano que fichó por un equipo de postín y no se compró un coche, sino una maquina de escribir. Eran otros tiempos, y tardó un año en escribirle una carta a su madre. Yo espero terminar antes, pues lo mío lo puedo dejar en cualquier momento. No tengo ninguna obligación en hacerlo, pero a medida que pasa el tiempo voy cogiendo habilidad y hasta me gusta...¿seré de izquierda? Me alegra saber que soy ambidiestro.
Por Ricardo Bajo León.
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