"Nerja Once" puede que hable de la identidad de un pueblo, o de la pérdida de esta, o de su transformación a lomos del progreso. O puede que lance una pregunta de qué es el progreso o qué significa este. O se pregunte el artista qué sepultarán las urbanizaciones y los complejos residenciales. Esas imágenes pueden que sean un espejo deformado para muchos que entiendan que todo vale en la economía actual de supervivencia bajo el mantra "de esto comemos". También nos preguntaremos si hay alternativas, de si en nuestro código genético tiene impreso la constante mutación para adaptarnos al medio en forma de monocultivo económico, con sus referentes estéticos y sociales. Curiosamente ninguna de sus instalaciones se han visto en su localidad natal.
Sería curioso ver qué imágenes recopilarían en la actualidad Rogelio y Elo, qué análisis y nuevas preguntas lanzarían al espectador, si la transformación ha seguido su curso o ha tomado nuevos perfiles con cambios sociales, económicos y políticos. Podríamos sorprendernos por la postal con matasellos a ninguna parte. Aquí la entrevista que le realiza el diario Sur en donde reflexiona sobre el impacto del turismo en la ciudad.