miércoles, 1 de junio de 2011

Microrrelatos de Mercurio (19) - El sillón.


              El sillón

Desde que Manuel la dejó, permanecer plantada en su sillón de dos plazas frente al televisor,  cambiando de canal y entregada a la monotonía, se había convertido en la única escapatoria de Teresa. Se arrinconaba siempre en su lado, tratando inconscientemente de recobrar el rastro de Manuel junto a ella en el mismo  sillón de flores que tantas noches los había acogido. Se achuchó un poco más contra el respaldo y el brazo de tela estampados. Estaba realmente cómoda, y se sintió rara por ello. Incluso, llegó a dudar de la soledad en la que se encontraba y rectificó su postura cruzando y descruzando las piernas varias veces sin dejar de mirar al televisor, hasta que decidió comprobarla con sus propios ojos. Tuvo la necesidad de asegurarse de que estaba sola. No lo estaba. Las flores rojas del tapizado la abrazaban, ocupaban su espacio. Habían invadido sus pantalones vaqueros y su jersey, sus zapatillas de casa y sus manos. Se frotó los ojos. Seguía entre grandes flores rojas. Con un impulso trató de levantarse y salir de aquel estampado en el que estaba inmersa. Pero ya era tarde, el sillón la había poseído.

Por Maribel Martín


1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen relato.
A mi me pasa eso con las sábanas cuando suena el despertador de madrugada pál curro.
Me encantaría quedarme en la cama.