Entre pregones, reyes y depilación brasileña se inicia el Carnaval de Nerja.

 Anoche en el CCVN dio comienzo el Carnaval de Nerja 2013 con el pregón. En un acto conducido por Marifé Rico y con un aforo que no se completó, los hermanos Enrique y Francisco Bueno junto con Paco Acosta realizaron una intervención sencilla y linsojera,  exaltando el espíritu que se vive esos días y con agradecimiento a aquellas que con tesón y buen pulso con las agujas, hilos y máquina de coser dan forma a la imaginación. Tras sus palabras, llegó el momento más emotivo, una sorpresa que no había sido anunciada, el homenaje merecidísimo a alguien que ha representado perfectamente en el pasacalles el espíritu del Carnaval de Nerja, Manuel Padial, "El Charrán". Seguramente que durante el desfile de carnaval le hacen más fotos que a la estatua de Alfonso XII. Y aunque ya pesan los años, allí presente de la mejor manera posible, con chispa, disfrazado con un tipo del rey Juan Carlos I al que no le faltó laguasa, la corona y el elefante. Igualmente recibieron el aplauso las mujeres que confeccionan los múltiples trajes que ha llevado años y años.

Tras el pregón y el homenaje llegaba el momento para las actuaciones de las tres agrupaciones, en las que hubo de todo en cuanto a propuestas, pero en las que no podía faltar la crítica social y tomarse con humor el estado actual de las cosas. Abrió el coro venido de Vélez-Málaga, De vuelta con mi son, dirigido por Francisco Barranquero, que en el público encontró una estupenda claque en los miembros de la Peña Nerjeña. Buen juego de voces, con canciones con letras que iban desde el amor a la tierra propia al ajuste de cuentas con la corrupción.

Subió el voltaje erotico-festivo con la participación de Los Pepe Moreno, con un tipo que tiene mil nombres, que cada cual le ponga el suyo, en carnaval seguro que se le puede poner el más desmadrado. Y con tal disfraz la murga las letras no podía ser más sinvergüenzas y gamberras, que arrancaron las risas de muchos y las muecas de incomodidad de pocos.

Cerró la primera noche de carnaval la comparsa El precio de la libertad, una agrupación de chicas en su mayoría, disfrazadas de punkis, con letras guerreras y combativas.