viernes, 22 de febrero de 2019

J.G. Ballard que estás en los rascacielos.

El futuro es ahora. Blade Runner y Akira nos anunciaron distopías situadas en el año 2019. Miramos a nuestro alrededor y sus universos aún siguen pareciéndonos lejanos. No hay replicantes que se pregunten por su fecha de caducidad ni mutantes que crucen Neotokio a bordo de motos futuristas. Pero hay otra ciencia ficción que apuesta por el viaje interior del ser humano, por diseccionar usos y formas de relacionarse en sociedad y con el entorno en el futuro. Según la crítica, J. G Ballard es uno de los autores más lúcidos e incómodos a la hora de proyectar el futuro mirando el cadaver inmediato del presente. De eso y mucho más hablaron Eva Cruz, Ricardo Menéndez Salmón y Bruno Galindo dentro del ciclo literario sobre Ciencia Ficción organizado por la Térmica de Málaga, y que en esta ocasión estaba dedicado al autor de "Crash".




A partir de las experiencias propias de los escritores en el extremo Oriente se abundó en las visiones de Ballard sobre como construimos espacios distópicos donde la alienación del la naturaleza humana es moneda de cambio en las mega urbes. Los espacios como los grandes centros comerciales y las urbanizaciones se escenifican las tensiones de clase, la voracidad insaciable del lujo, la conquista del cemento desnaturalizando nuestro entorno. A través de proyecciones de lugares reales, como la Torre David en Caracas (escenario de la tercera temporada de la serie de tv "Homeland") se comentó a la representación de la estratificación social en la urbe, casi un símbolo fálico de la dialéctica entre sexo y muerte, los lugares de lujo como teatros en donde el disfrute del lujo está asociado a emociones muertes por la incapacidad de lograr una satisfacción a largo plazo. En este sentido se apuntó que el siglo XX era el tiempo del automóvil y el siglo XXI el tiempo de la casa. Solo hemos de pararnos y observar a nuestro alrededor. Hemos construido bunkers que nos aislan, en las que las pulsiones primarias mutan de piel en relación con las nuevas tecnologías.


Si Philip K. Dick es continuamente reivindicado como visionario de esos mundos que viven entre nosotros y las realidades paralelas nuestras mentes pueden construir, y cuya obra es accesible aún, J.G. Ballard permanece en la actualidad en el limbo de ser un autor referenciado, incluso con el adjetivo "ballardiano" admitido en la lengua inglesa y sin embargo al acudir a las librerías se encuentra gran parte de sus novelas, ensayos y colección de relatos descatalogados.