sábado, 12 de mayo de 2012

Noche festiva y benéfica para Cáritas Nerja.

Sentimientos encontrados los de anoche en el Centro Cultural Villa de Nerja. Se celebraba un nuevo festival de artistas locales en esta ocasión en favor de Cáritas Nerja. El aforo tenía buena asistencia sin estar completo, aunque, según informaron, todas las entradas estaban vendidas a través de una fila cero.  Y lo paradójico es en una noche que fue divertida y entretenida en la que se comunicó que se recaudaron 2600 euros el representante de Cáritas Nerja indicó que a lo largo del 2011 esta institución había recibido casi 700 consultas. La crisis está dando a base de bien tras años de vacas gordas alimentadas con ladrillo. Ahora mientras se derriba el Estado de Bienestar poniendo en el disparadero a la Educación Pública y a la Sanidad Universal en nuestro país, la beneficencia y la caridad se tornan en una herramienta para paliar sufrimientos en nuestro pueblo. Uno se pregunta qué puede hacer ante el actual estado de las cosas. Espero que también se lo preguntara la plana mayor del gobierno local allí presente.




Al margen de estas reflexiones,  anoche con los medios de información local presentes habría sido un momento más que oportuno para haber dado pinceladas entre actuación y actuación sobre la labor desarrollada por Cáritas Nerja. Creo habría sido enriquecedor.



De cualquier forma, la velada fue festiva, dinámica, en la que hubo de todo en cuanto a actuaciones. Estuvo presentado por Joaquín Díaz, que hizo entrega al representante de Cáritas Nerja de la cantidad recaudada de 2.600 euros. La primera actuación corrió a cargo de Elena Gálvez (que en estos días celebra su vigésimo aniversario al frente de su academia de baile) y Fernando Díaz que bailaron dos piezas.



A continuación la canción española se transfiguró en Macarena interpretó un par de canciones con bastante soltura y buen hacer, con una voz a destacar.


Las palmas flamenquitas se arrancaron con los temas del trío Sondelarte, que interpretaron rumbas, sevillanas y un popurrí, animando al público asistente.


Y Elvis Presley no se quiso perder este festival de artistas locales, o mejor dicho, el otrora guitarrista flamenco Manolo Torres se desató con unas cuantas canciones del rey del rock. Impactantes las poses de punteos de guitarra y la actitud más propia de un escenario de Las Vegas, el mundo por montera.



El cierre vino de la mano de la banda Locos por los 60 o podríamos llamarla la Banda del Ladrillo por la relación de la gran mayoría de los miembros del grupo con el mundo de la construcción. A Carlos Campos como cantante no hay idioma que se le resista e interpretó temas en italiano, inglés y castellano, bien acompañado por unos solventes músicos. Joaquín Díaz no perdió la oportunidad de cantar por Julio Iglesias. Los dos cantantes demostraron que si la crisis les golpea duro pueden dedicarse a ser pareja humorística.



Casi hora y cuarto de espectáculo que divirtió a todos, pero que no debe hacernos olvidar de la situación en la que estamos y de cuál era el motivo de las actuaciones.

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