He dejado atrás 225 entradas en la búsqueda de la canción pop perfecta y me acabo de dar cuenta que nunca he seleccionado una canción de los Pixies. Sorpresa mayúscula cuando tengo toda su discografía, mayoritariamente en vinilo. Algunas canciones las escuchaba en el Pub Jara allá por finales de los 80, un sonido que se alejaba de los sonidos comerciales ochenteros por su crudeza y poderío sonoro. Un día en la revista Rockdelux leí que su disco Doolittle coronaba la lista de lo mejor del año 1989. Me lancé a comprar ese vinilo en El Corte Inglés. Raudo y veloz lo puse en el primer tocadisco que pillé (el de mis abuelos maternos) y allí comenzó un torbellino arrollador de música y electricidad, de figuras surrealistas e historias de marcianos, monos, fronterizas entre la razón y lo onírico. Aquel álbum empezaba con Debaser, tema en el que Black Francis, Kim Deal, Joey Santiago y David Lovering rendían tributo a la película El perro andaluz de Luis Buñuel.
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