miércoles, 21 de septiembre de 2011

Microrrelatos de Mercurio (35) - El metro.

El metro

“Lola, coge el metro y tráemelo”, dijo la modista a su hija sin levantar la vista de la costura. Lola, que estaba mandando un mensaje con el móvil, se levantó obediente y salió de casa. Caminó  hasta el metro de Fontana y bajó decidida las escaleras, preguntándose cómo haría para llevarle el metro a su madre.  Cuando llegó al andén, se sentó en un banco a meditar los pasos a seguir.
Entró un tren en la estación con su estruendo y su baqueteo. Se abrieron las puertas, una muchedumbre se precipitó sobre el andén y salió corriendo en dirección a la salida. Otros subieron a toda prisa para no quedarse atrapados entre las puertas que se cerraron de golpe. Lola no se movió de su asiento. Pasó mucho rato contemplando los trenes que entraban y salían puntuales, hasta dar con la solución a su problema.
Cuando regresó a casa, nada más abrir la puerta, escuchó la voz de su madre: “venga, Lola”, decía, “ya está bien, hace una hora que espero el metro. ¿Lo encontraste?” Lola respondió: “sí, lo encontré, aquí lo tienes” y sin inmutarse, dejó ante los ojos atónitos de su madre, el móvil abierto sobre la mesa.

Por Marisol Calvelo


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