Sigo disfrutando de unos días de descanso sabático tras el II Fábrica Rock y con cierta sensación de depresión post parto (te tiras un tiempo organizando este concierto colectivo, se lleva a cabo con éxito y te quedas unos días un poco "adobao"). Este año no me he acercado a las procesiones (relax laico) y me estoy empapando de comics, revistas, pelis actuales y clásicos inmarchitables (qué maravilla "Sin novedad en el frente"). Entre las modernas os recomiendo que no os perdáis en sesión doble "Control" de Anton Corbijn y el documental "Joy Division" de Grant Gee. De estas obras emerge el halo de genialidad de Ian Curtis.
En esta semana santa lo más cercano que voy a estar de un capirote va a ser viendo este videoclip, "Atmosphere" de Joy Division y dirigido por Anton Corbijn.
2 comentarios:
Ya que has decidido pasar de capirotes, permíteme hacerte un pequeño resumen de mi Semana Santa, para que al menos tengas una breve idea de lo que ha ido pasando en nuestros desfiles procesionales, siempre bajo el humilde punto de vista de un cofrade. El miércoles Santo ví la procesión dos veces, a la salida y en calle Pintada. El Paseo estaba abarrotado de gente y el Señor Cautivo volvió a "cautivarme" con su espléndida salida, con ese paso lento que me asombra que consigan estos muchachos. Mi enhorabuena a la Pro-cofradía. Dentro de unos años el Cautivo estará más horas en la calle, seguro. El jueves Santo ví la procesión en calle Pintada, y me gustó mucho, como siempre. El Señor, con un trono lleno de hierbas silvestres, no puede reconocer cuál era, y claveles rojos, dejó ver que la crisis llega también a las cofradías. La Virgen de la Esperanza llevaba orquídeas y rosas blancas. Y fue recibida con una "petalada" (término sevillano) de flores en la Joyería Kronox, que la gente aplaudió efusivamente. Hubo un intento de saeta, pero se quedó en eso, porque la saetera no pudo terminar. Muuuuuuuchas varas de mando en el centro de la procesión, aunque eché en falta al señor alcalde, que sí iba el miércoles, y al señor párroco, que también iba el miércoles.
El viernes santo lo ví más negro. Se producían unos cortes impresionantes. La cabeza de la procesión iba sola, detrás el Señor solo, y la Virgen atrás, atrás. Este día no se notó la crisis, porque ha habido para traer una banda de cornetas de Marbella, que al menos, por lo leído en los periódicos debe costar sus cuatro o cinco mil euros. Pero para mi gusto, en vez de embellecer la procesión lo que consiguió fue crear un pequeño lío entre bandas, porque no eras capaz de escuchar a una, cuando la otra ya estaba tocando a la vez y era imposible. Un tambor sobre otro, resultaba un follón. El Señor llevaba calas (de temporada) y la Virgen las mismas flores del día anterior. Para mi gusto la Virgen iba demasiado recargada de joyas siendo el día de la muerte de su Hijo. Y bueno, hoy Domingo de Resurreción no he salido, las procesiones de día no me gustan, qué le vamos a hacer, no puedo darte información de hoy.
Se me olvidaba contar lo de la saeta de Antonio Cortés. Yo la ví el viernes y al principio cantó de maravilla, pero en su afán por agradar y sorprender, la saeta se le fue de las manos, se alargó, aburrió y se salvó por los pelos.
Hasta el año que viene, si Dios quiere.
Muchas gracias Manolo Martín por el estupendo resumen de cómo has visto la semana santa nerjeña.
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