lunes, 26 de agosto de 2013

Spencer, adrenalina musical en la Plaza de los Cangrejos.

 Me quito el sombrero ante José María Rico. En pocas personas he visto semejante de energía y empuje para llevar a cabo sus proyectos. No sé de dónde saca el tiempo ni como en ocasiones no cae en el desaliento cuando se presentan contratiempos y obstáculos. Lleva años, décadas inmerso en el mundo de la música, desde los tiempos del instituto (entonces se llamaba Ntra Sra. de las Angustias, ahora Sierra Almijara)  en los que se subía al escenario del salón de actos para interpretar temas propios de tecno pop y versiones. Y aún sigue al pie del cañón, con periodos de perfil bajo, pero siempre con la cabeza bullendo nuevas canciones con su fiel compañero de andanzas musicales, Rafa Maura. Con él a la guitarra, Carlos Navas al bajo y David Jimena a la batería como última incorporación han relanzando la banda Spencer, que a primeros de septiembre sacará nuevo cd. Y además, como Juan Palomo, se montó el pasado sábado 24 de agosto su propio concierto en la Plaza de los Cangrejos.

Con motivo de su vuelta a los directos, Spencer quiso hacerlo de la mejor manera posible, dentro de sus limitaciones presupuestarias. Contrató un equipo de sonido e iluminación con técnicos por su cuenta y riesgo. Quiso tener como teloneros a Mad Casino, pero un accidente del batería imposibilitó su actuación, así que Spencer y sus secuaces fueron los únicos protagonistas de la noche, arropados por un buen grupo de amigos y turistas que buscabann el frescor de la noche junto al mar.

Otra de las pasiones de José María Rico es la interpretación, ponerse en la piel de personajes ajenos y darles vida. Esto lo traslada también a su faceta de cantante. La banda sin la presencia de su cantante empieza los primeros acordes de Hansel y Gretel. Una nube de humo artificla crea ambiente de misterio. Por un lateral aparece una negra figura encapuchada portando una bola de cristal multicolor y descubrimos al maestro de ceremonias, José María Rico, cantando esta versión de Golpes Bajos. Un brujo muy particular, ataviado con gafas de sol, que nos pone en onda de lo que vamos a disfrutar en los próximos 66 minutos.


Tras esta canción recompuso su vestuario, con su ya característica gorra negra de visera corta y ancha, gafas de sol y ropa negra. A partir de ahí hicieron un recorrido por algunas de las composiciones que han formado parte del cancionero de Spencer en sus distintos discos editados, más un par de temas nuevos. Así escuchamos en el primer tramo, además de la antes citada Hansel y Gretel, Pandora, No me olvides, Parte superior, ¡Hey Mama!, Laura (esta es una de las nuevas) y Tu destino. De nuevo abandonó el escenario por unos momentos el cantante mientras que los músicos continuaban en una improvisación funk. El líder de la banda volvió de blanco impoluto (con las gafas de sol) para afrontar la segunda parte del concierto, si acaso más desatado, bailando, sudando, invitando a los asistentes a mover las caderas. Lo hizo con un blues, otro tema nuevo, Virtud o defectos, para prolongar el concierto con La gota, Vamos a bailar, Hogar en tu corazón con la que daban en teoría por finalizado el concierto, pero como no puede faltar el bis de rigor, dieron el cierre con Follow the flow, que daba título a su penúltimo disco.

Caras de satisfacción por parte de los músicos por el concierto, amigos que se acercan a felicitarlos por el buen rato de músico disfrutado, que piden la firma del cantante estampada en los cds que han comprado previamente en el tenderete que su compañera en las andanzas actorales, Rocío Delgado dispuso. Por lo tanto, noche especial para Spencer, de reencuentro con el público en directo, de empezar una nueva etapa, de nuevo dura, de buscar bolos y batirse el cobre musical ante las audiencias.

También me gustaría agradecer a José María Rico la confianza depositada en Popbelmondo Audiovisual y en la Asociación de Videocreadores Cortos de Vista para la grabación en vídeo de este concierto tan especial para él.



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