miércoles, 27 de julio de 2011

Microrrelatos de Mercurio (27) -Dos veces no.


Dos veces no

Laura se lo dijo con toda claridad y de forma contundente: “quiero que te vayas de casa, ¡ya!”. Él trató de justificarse quitándole importancia a su infidelidad, pero no consiguió que ella cediera. Esta vez, su decisión parecía irrevocable. Rafael se levantó del sofá,  cogió su gabardina y salió cabreado dando un portazo.
Descendió en el ascensor con la sensación de ser él quien caía por un abismo. Ya en la calle, fue en busca de su auto aparcado a pocos metros del portal. Se subió al Ford, encendió el motor, un cigarrillo y arrancó. Al poco rato salía de la ciudad por la autopista dirección Burgos. Apenas circulaban autos a esa hora. El aire que entraba por las ventanillas abiertas le pegaba en la cara como un látigo. Con las dos manos firmes sobre el volante, se recostó en el asiento y apretó el acelerador a fondo, decidido a volar en la primera curva.
Despertó en el hospital completamente escayolado. Le dolía todo y nada. Entreabrió los ojos y vio a Laura que se quitaba la alianza y la dejaba sobre la mesilla. Luego, la escuchó marcharse sin decirle ni hola ni adiós.  Creyó  estar alucinando.

Por Marisol Calvelo


No hay comentarios: