Juan Ramón Carneros es de los viajeros que parecen disfrutar por partes iguales del viaje en sí y de la narración a sus amigos de sus aventuras en tierras extranjeras. Un reflejo de ello podemos encontrarlo en su blog y en las fotografías que en él cuelga. Ahora esa exposición fotográfica virtual se hace física y una parte de los momentos capturados por su cámara los podemos contemplar en la sala de exposiciones del Centro Cultural que gestiona el Fotoclub Nerja.
En este espacio disfrutaremos de las instantáneas por lugares como Uzbekistán, Mali, Brasil, China, Vietnam, en el que se conjugan espacios de exótica belleza con una mirada humanista. No es porque sea un amigo, pero en el hall del CCVN podréis disfrutar de un gran trabajo fotográfico. Y si queréis intercambiar opiniones con el propio fotógrafo sobre la expo el 25 de mayo se realizará un encuentro en la sala con Juanra Carneros.
El propio fotógrafo nos presenta así su obra:
Las fotografías son, qué duda cabe, formidables activadoras de sensaciones. Aunque propiamente no huelan, transmiten el recuerdo de los aromas. Puede que no se escuchen pero proyectan los sonidos, las voces, los ruidos.
Las imágenes activan esos resortes escondidos de nuestro cerebro que algunos llaman recuerdos.
Un viaje siempre es una emoción, pero se hace distinto con una cámara entre las manos.
Las dudas, la doble mirada, el pudor, los descubrimientos. Es algo más que una mochila lo que te acompaña.
Son testimonio mudo del placer de andar por una calle, de cruzar un parque, de mirar unos ojos. Son testigos del disfrute de conocer otras gentes, otros pensamientos, otra manera de cocer el arroz.
Estas fotografías son un pequeño recorrido por los viajes realizados en los últimos seis años: las madrasas de Uzbekistán, los mercados de Vietnam, la inmensidad de China, la costa de Brasil, la intensidad de Malí o la vida prendida en cada esquina de Cuba. Ciudades mágicas como París o Estambul.
Un paseo por los lugares visitados, por las caras de la gente, los monumentos que reflejan el paso del tiempo y la vida en sus mercados.
De algún modo, ver fotografías de viajes también es viajar con ellas. Es descubrir paso a paso esas huellas que de una imagen, que de un viaje son.
Y dejarse llevar.
PD: Mis fotos sobre la expo no hacen justicia al trabajo que cuelga de las paredes, mejor acercarse personalmente.
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