Representación
gráfica
Busco
un motivo para grabar en agua fuerte. Una forma, una sombra, una letra. Algo
sencillo y claro para hacer un logotipo que represente mi tristeza. Quiero que sea fácil para
poder atraparlo de un pincelazo.
Escudriño
mi entorno mirando atentamente, pero lo que veo no me dice nada. Todo me parecen
formas ridículas, imposibles, complicadas, inadecuadas para lo que busco. Desanimada
por lo infructuoso de mi intento, me
siento a rumiar el tema en mi viejo sillón de orejas, con la mirada perdida en
ninguna parte. De pronto, mis ojos se quedan atrapados en una grieta. La veo serpenteante
y negra subir como un lagarto por la tapia del patio. Destaca sobre la pared
encalada como una herida hecha por el tiempo. Aquí y allá un desvío, una
profundidad, una aspereza. Es justo lo que estoy buscando, pienso sobresaltada, la gráfica perfecta.
Cojo
el pincel con resolución y lo mojo en tinta negra. Sobre la plancha de cobre,
mi mano vuela. Sumerjo la placa en el ácido, humea. El negro se vuelve verde,
burbujea. Contemplo la alquimia con la curiosidad de un principiante esperando ver el resultado. Es fascinante. En el papel, la grieta se volvió un borrón sin importancia, apenas una nube de tormenta.
Por Marisol Calvelo.
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