miércoles, 16 de marzo de 2011

Microrrelatos de Mercurio (8) - Por poco.


                                        Por poco

   Me gusta entrar por la puerta norte del parque y recorrerlo en silencio. A veces lo cruzo sin detenerme y otras, me paro en el estanque a contemplar los nenúfares en flor. En mis paseos no me cruzo con nadie, incluso llegué a creer, que el parque existía solo en mi fantasía. Aquel día, me paré a contemplar un olmo centenario que se alzaba majestuoso en medio del azul violáceo de las acacias. Me llamó la atención un banco de madera que no recordaba bajo su sombra. Era tan hermoso que invitaba al descanso. Me senté en él y sentí que una boca gigantesca me atrapaba entre sus dientes astillados. Luché con todas mis fuerzas para liberarme de aquellas agujas que me horadaban y cuando por fin conseguí hacerlo, comprobé atónita que el banco había desaparecido y en su lugar una boca me sonreía burlona.


           Por Marisol Calvelo


5 comentarios:

Atir dijo...

Me gustan muuuuucho tus textos.

Angel Rodriguez. dijo...

Pues yo me he quedado a cuadros. La verdad es que creo que no lo entiendo. Por cierto, ¿es correcto lo de "los nenúfares en flor"? Por favor, me gustaría que me aclararan estas dos dudas. 1ª. Qué quiere decir el autor con la historia, y 2ª, lo de los nenúfares en flor, que me parece raro.

Losetodo dijo...

Esta bien el microrrelato,pero que yo sepa las flores de las acacias son blancas.

Angel Rodriguez. dijo...

La autora ha sido muy amable al aclarar mis dudas, gracias por nada.

pasaba por aki dijo...

Pues yo tampoco lo he entendido... No sé si hay una metáfora que no pillo o que simplemente es lo que es y no me llega. Y si un cuento no se entiende (y no me considero el más listo pero tampoco el más tonto) es que algo falla... pienso...